La Comunidad Autónoma ha distribuido 6,1 millones de euros entre 2.834 agricultores y ganaderos de la Región con el objetivo de compensar a los sectores más afectados por la guerra entre Rusia y Ucrania, según informó el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, Antonio Luengo, tras su participación telemática en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural y el Consejo Consultivo de Política Agrícola y Pesquera.

El consejero destacó que, del total de las ayudas, cuatro millones y medio de euros se han destinado al sector de los cítricos (con 1.905 agricultores con una extensión de 18.723 hectáreas de cultivo) y al de la ganadería de carne (con 213 ganaderos de ternera, pollo y conejos, y 440 ganaderos de ovino caprino). A los primeros se han destinado 3.181.376 euros, mientras que alos segundos han recibido un total de 1.328.670 euros.

A ellos se suma el sector de la leche, con un total de 276 beneficiados y entre los que se han distribuido 1.519.215 euros. «De esta manera hemos querido contribuir con aquellos que peor lo están pasando, centrando los esfuerzos para dar respuesta a sus necesidades y permitiendo que puedan afrontar con mayores garantías estos momentos de incertidumbre», detalló Luengo. «Sin embargo consideramos que estas ayudas», financiadas con el fondo de reserva de crisis de la Unión Europea y con fondos del Estado, «son insuficientes y necesitan revisarse al alza, dado que no cubren el total de las necesidades del sector agrario y porque vemos como las amenazas, lejos de resolverse, se incrementan conforme pasan los días», añadió.

Así, Luengo aprovechó el encuentro para demandar al Gobierno de España «medidas eficaces y reales que pongan fin a la disparatada situación a la que se enfrenta el sector agrario en España, con unos costes que cada día asfixian más sus actividades y unos precios al alza que los consumidores no pueden asumir por la pérdida de poder adquisitivo».

«Una situación que podemos comparar con el trigo que se colocaba entre las piedras de un molino, que hoy serían los costes de producción en alza y el poder adquisitivo de los consumidores, cada vez más bajo», explicó el consejero, «siendo nuestros ganaderos y agricultores los grandes perjudicados de la situación».

«Un problema que no sabemos cómo tiene previsto atajar el Gobierno de España, dado que en los Presupuestos Generales del Estado no se recogen mecanismos económicos para el Ministerio de Agricultura que vayan a ayudar al sector agrario a hacer frente al incremento exponencial del coste de la electricidad, del gas, de los fertilizantes, los plásticos o los combustibles», concluyó Luengo.