La Opinión de Murcia

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Política

Transparencia, mejor "lo más lejos posible del Palacio de San Esteban"

Santiago Álvarez pide a la Asamblea Regional que "se ponga manos a la obra" para nombrar a un nuevo presidente que le permita retirarse

Santiago Álvarez participó en el encuentro celebrado ayer en Cartagena. L.O.

Cada vez que alguien pone voz al Consejo de la Transparencia de la Región de Murcia (CTRM) sube el pan en el Palacio de San Esteban. Ayer, Santiago Manuel Álvarez Carreño, presidente en funciones, propuso que la institución se mudara a Cartagena, «lo más lejos posible del Palacio de San Esteban».

Lo dijo, precisamente, en la ciudad portuaria, donde se celebraba una reunión de Consejos y Comisionados de Transparencia. «Por autonomía e independencia, sería positivo que se fuera de Murcia. La extrema cercanía no puede ser buena y la distancia es una garantía», explicó ayer Álvarez a esta Redacción.

El anterior presidente del Consejo de la Transparencia de la Región, Julián Pérez-Templado, cesó el pasado mes de junio por motivos de salud, recayendo la responsabilidad sobre Álvarez, profesor de la Universidad de Murcia (UMU), que seguía en el orden de antigüedad en el cargo de consejero del CTRM. El relevo supuso un terremoto político y desde el Gobierno regional se señaló que esta forma de designación no está contemplada en la normativa del Consejo. La Asamblea Regional es la única entidad que puede influir en la presidencia del órgano.

Dos días después, la cámara autonómica, por su parte, no reconoció al nuevo presidente de la institución y el propio presidente de la Asamblea, Alberto Castillo, se comprometió a consultar a los servicios jurídicos la «legalidad» de la maniobra de Pérez Templado, que nombró a su sucesor sin contar con el parlamento.

Más de tres meses han pasado desde entonces, con el verano de por medio, y aún nadie tiene noticias de ningún nombramiento por parte de la Asamblea.

«Sigo como suplente porque no puedo dejar el órgano descabezado. Lo que tienen que hacer los políticos es ponerse manos a la obra y proceder a un nombramiento», afirma Álvarez, que lamenta que los grupos parlamentarios «no están buscando a nadie». Según él, el problema es de fondo: «La transparencia es un problema. Cualquiera prefiere trabajar en la sombra».

Es consciente de la complejidad para encontrar a un sustituto a Pérez-Templado porque «necesitan una mayoría amplia y la aritmética actual es complicada». No obstante, también apunta a otra posibilidad: «Que quieran alargar el tiempo de inestabilidad en el Consejo de Transparencia, que es más preocupante».

Informe de resoluciones

Esta mañana el CTRM presenta en la UMU un informe de resoluciones dictadas desde su creación. En total, han sido más de 800 «y algunas han sido tenidas en cuenta por el Tribunal Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de la Región», explica Santiago Álvarez.

Desde la marcha de Pérez-Templado, el ritmo de trabajo no es el mismo. Como presidente de transición, su labor es «mantener el Consejo en el día a día». «No me corresponde fijar un rumbo», señala, aunque «hay que interponer recursos y dictar resoluciones».

En la institución siguen denunciando la «precariedad de medios» y los problemas derivados de los conflictos con el Gobierno regional -que Álvarez denomina «boicot institucional»-, como son las trabas que se encuentran para contratar personal, la imposibilidad de acceder a los fondos presupuestarios porque no existen las partidas que necesitan y otras cuestiones técnicas como la falta de un registro electrónico propio.

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