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Miras dice que la ley sobre residencias "deja en el limbo 2.000 plazas en la Región"

El presidente pide al Gobierno central que la norma vaya acompañada de "una memoria económica con partidas presupuestarias concretas"

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, exigió ayer que la reforma legal acordada por el Gobierno central y varias comunidades autónomas para poner en marcha un nuevo modelo de residencias de mayores y dependientes vaya acompañada de «una memoria económica con partidas presupuestarias concretas».

López Miras ha lamentado que el nuevo modelo, pactado a finales de junio por el Gobierno central y las comunidades autónomas para limitar las plazas de estos centros residenciales a un máximo de 120 y aumentar su personal, «deja en el limbo más de 2.000 plazas» en la comunidad autónoma murciana.

Lo ha dicho durante la inauguración de un nuevo de esos centros, de carácter privado, impulsado por la empresa Emera en la ciudad de Murcia y que abre sus puertas con 174 plazas de las que aún no se ha decidido si parte de ellas se concertarán con la administración regional.

Emera Murcia, que cuenta con una superficie de casi 7.500 metros cuadrados junto a la Ciudad de la Justicia y cuya apertura supone, afirmó el presidente murciano, «una muy buena noticia para la Región».

A través del IMAS, manifestó López Miras, el Gobierno autonómico gestiona actualmente la atención en residencias de más de 14.000 mayores dependientes. El presidente defendió el papel que juegan las empresas privadas en esa labor, por lo que consideró «muy positivo» la apertura de este nuevo centro, que se ubica en Ronda Sur.

La Región de Murcia no apoyó el acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez para la reforma del modelo de residencias que, según Fernando López Miras, «tiene un espíritu positivo», pero no puede convertirse en un nuevo ejemplo de «yo invito y tú pagas», sino que debe ir acompañado de un compromiso de financiación para poder adoptar los cambios previstos en la ley.

Por otro lado, criticó la falta de definición sobre la inoculación de una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus, especialmente a la población vulnerable como los mayores y a los usuarios de las residencias.

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