Festejamos hoy el Día de la Región de Murcia más especial desde que cada 9 de junio conmemoramos el aniversario de nuestro Estatuto de Autonomía. Y lo es por un doble motivo, porque se cumplen 40 años desde que nuestra ley fundacional como Comunidad Autónoma fuera sancionada por el rey Juan Carlos I tal día como hoy del año 1982, y porque hemos dejado atrás lo peor de una pandemia que ha cambiado las vidas de todos los seres humanos a escala mundial.

«Esta Ley Orgánica es clave para decidir en qué Comunidad Autónoma queremos vivir, cuáles son sus valores, derechos y libertades, qué modelo educativo y sanitario elegimos o cómo cuidamos de nuestro medio ambiente»

La peor crisis sanitaria del último siglo deja paso a una recuperación a todos los niveles para la que van a resultar esenciales las competencias que el Estatuto otorga a la Comunidad Autónoma, en el plano económico, social, educativo, laboral y sanitario. Esta Ley Orgánica sobre la que se sustenta el engranaje institucional de la Región de Murcia es, a su vez, una herramienta fundamental para decidir por nosotros mismos en qué Comunidad Autónoma queremos vivir, cuáles son sus valores, derechos y libertades, qué modelo educativo y sanitario elegimos para nuestras familias, cómo cuidamos de nuestro medio ambiente o qué infraestructuras necesitamos para potenciar nuestro importante sector turístico y poder mejorar así la vertebración territorial de la Región potenciando la comunicación entre los diferentes núcleos urbanos y comarcas.

Nuestro Estatuto de Autonomía es, además, un instrumento clave para propiciar una política más participativa y cercana a los ciudadanos, fomentando los principios de pluralidad, libertad y democracia sobre los que se sustenta.

Aquellos principios y valores que animaron a quienes hace cuatro décadas supieron enterrar antiguos rencores y diferencias para, partiendo del diálogo, el consenso y la concordia, sentar las bases legislativas sobre las que hoy se alza ese proyecto, de todos y para todos, que es la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Una cualidad, la de trabajar todos unidos en favor de los temas que más nos afectan como Región, que debemos de recuperar para poder afrontar con garantías los retos que nos depara el futuro.

Actuar en el Mar Menor y el Trasvase

Entre esas cuestiones clave están la urgente y definitiva recuperación del Mar Menor, el espacio más emblemático de nuestro rico patrimonio natural, que requiere para ello de la acción coordinada de todas las administraciones. También la salvaguarda del Trasvase Tajo-Segura, el mayor instrumento de solidaridad interterritorial de España de las últimas décadas, y esencial para el gran crecimiento, la prosperidad y desarrollo alcanzados durante este tiempo en que la Región de Murcia se ha convertido en la despensa de toda Europa.

Un modelo de generación de riqueza que ve ahora amenazada su continuidad y el futuro de miles de familias por los planes impulsados desde el Gobierno central para reducir progresivamente a la mitad los canales a trasvasar, por motivos estrictamente políticos y no científicos, y cuya solución definitiva pasa por un acuerdo de Estado. Porque nadie sabe mejor del valor de una gota de agua ni de qué manera sacarle más provecho que las gentes nacidas en nuestra tierra. Este recorte en el Trasvase también afectaría al papel que desempeñan sus aguas para frenar la desertización y en la lucha contra el cambio climático, para lo que estamos promoviendo una Región de Murcia cada vez más sostenible, impulsando el uso de energías renovables y la economía circular.

Un proceso impulsado también desde nuestro sistema público de Universidades, un admirable núcleo de conocimiento cuyo crecimiento ha ido paralelo al experimentado estos años por nuestra Comunidad, y que supone también un factor clave en nuestra necesaria evolución científica y tecnológica para no quedar rezagados.

Nuevo sistema de financiación autonómica que ponga fin a la discriminación que sufre nuestra Región

Para continuar por la senda de los avances y logros que hemos alcanzado como sociedad en estas cuatro décadas, necesitamos un nuevo sistema de financiación autonómica que, a diferencia del modelo vigente, reconozca la realidad social y demográfica de nuestra Región, y que ponga fin a la discriminación y la desigualdad que sitúa a nuestra Comunidad Autónoma a la cola entre las peor financiadas de toda España. Otro propósito irrenunciable es el de seguir potenciando la inclusión y la atención social de los colectivos menos favorecidos, así como la lucha por la igualdad y contra la violencia de género o el máximo respeto a la identidad sexual de cada persona.

Todo ello, sin perder nunca ese carácter de sociedad abierta, hospitalaria y solidaria que tanto nos caracteriza, y que constituye una de nuestras mayores riquezas colectivas.

Acabar con el déficit de infraestructuras

Otros importantes desafíos de cara al futuro pasan por poner fin al déficit de infraestructuras, especialmente en el ámbito ferroviario y de cara a los próximos años, donde el Corredor Mediterráneo está llamado a desempeñar un papel clave como elemento generador de riqueza, lo que acentúa la necesidad de impulsar su llegada a nuestra Región.

Cuestiones que deberemos solventar con éxito para seguir decidiendo libremente en los próximos años en qué Región de Murcia queremos vivir, qué objetivos nos planteamos como sociedad y cuál es la manera de conseguirlos a través de las vías democráticas con las que nos hemos dotado. Y hacerlo, además, con la absoluta confianza que nos infunde el tener un Estatuto de Autonomía que en estos cuarenta años que hoy celebramos ha sido el mejor motor de desarrollo y un extraordinario factor de concordia, de unión y de entendimiento entre tantas generaciones de murcianos.