La Opinión de Murcia

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Medio ambiente

El nuevo programa de inspección ambiental pondrá su foco en el control del Mar Menor

La Comunidad ha incluido en sus planes la nueva legislación nacional y se prepara para el incremento de los trámites ambientales de las empresas

Peces muertos tras el gran episodio de anoxia en el Mar Menor en el mes de agosto de 2021 | IVÁN URQUÍZAR

La Dirección General de Medio Ambiente ya está trabajando en el nuevo programa de inspección ambiental anual y ha anunciado que pondrá el foco en el entorno del Mar Menor. «Es un espacio más sensible por lo que estamos reforzando las inspecciones; de hecho, llevamos ya unas 31 inspecciones en explotaciones porcinas, y en este año 2022, a nivel general, ya llevamos 57 expedientes de inspección, cuando en todo el año 2021 fueron 115», destaca el director general de Medio Ambiente, Francisco Marín. Este programa anual estará guiado por el nuevo Plan de Inspección Ambiental de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente para 2022-2028, un documento que fue publicado en el BORM esta semana.

Según Marín, a nivel nacional y europeo la legislación ambiental es muy prolija y está sujeta a muchos cambios, por ello, este Plan ha introducido cambios, «fundamentalmente en el tema de vertederos». Además, indica el responsable autonómico de Medio Ambiente, «hay una directiva que está en el horno para establecer nuevos criterios de empresas que van a estar sometidas a inspecciones ambientales por emisiones a la atmósfera». En virtud de esta nueva directiva, «el listón para que una empresa necesite un trámite ambiental se ha bajado, y a partir de ahora, más empresas van a tener que estar sometidas a un trámite de autorización ambiental».

De esta manera, se va incrementar el número de inspecciones que se van realizar «porque habrá muchísimas más empresas y actividades que inspeccionar». Aquí, remarca Francisco Marín, es fundamental la colaboración y la coordinación con otros servicios de inspección como los que tiene el área de Medio Natural, el Seprona o, sobre todo, las entidades colaboradoras en materia de calidad ambiental (ECA), una treintena de empresas relacionadas con alguna clase de control ambiental (acústico, industrial, vertidos o calidad de aguas). «Cada uno de nosotros, a nivel sectorial, no puede abarcar la cantidad de actividades que van a estar sometidas a un control ambiental», sostiene Marín. El director general de Medio Ambiente, afirma la colaboración de las entidades de control ambiental, «porque al final los funcionarios somos los que somos, estas entidades, debidamente autorizadas, no suplen a los funcionarios, pero sí hacen una serie de informes que nos pueden servir».

En cuanto a las grandes empresas, potencialmente contaminantes como Sabic, Repsol, o Derivados Químicos, el plan prevé inspecciones anuales, y en otras de consideración, pero de menor riesgo, cada tres años.

Un plan regional marcado por el Pacto Verde de España y Europa

Muchas de las nuevas medidas y objetivos que incluye en nuevo Plan Ambiental de la Región de Murcia tienen su origen en el Plan de Acción comunitario para la Contaminación Cero, que constituye uno de los compromisos integrados en el Pacto Verde de la UE. Cita, entre sus principales objetivos, reducir en más del 55% las muertes prematuras y afecciones sobre la salud humana derivadas de la contaminación atmosférica; rebajar en un 25% los ecosistemas comunitarios amenazados por la misma causa y en un 30% la tasa de personas que sufren molestias crónicas por la contaminación acústica provocada por el transporte. También incluye entre sus metas bajar a la mitad la pérdida de nutrientes del suelo y el uso de fitosanitarios en agricultura y ganadería. Y en cuanto a los plásticos, limitar en un 50% los residuos plásticos en el medio marino y en un 30% los microplásticos liberados al medio ambiente.



Con respecto a la posibilidad de que el área de inspección ambiental experimente un refuerzo de sus recursos personales y materiales, el director general asegura que le gustaría «tener muchos más de los que tengo ahora, lógicamente, pero hemos evolucionado en el tema de la organización del servicio: ahora hacemos solo informes de inspección, y en ese sentido hemos pasado de 6 personas en 2020 a 8 en la actualidad, no es un gran aumento, pero hemos montado un servicio jurídico con cuatro profesionales que sobre la base de las inspecciones dan salida a los correspondientes expedientes sancionadores».

Este departamento de la Administración pública, admite Marín, está sometido a mucha presión y no es fácil trabajar en esas condiciones. «La gente que tenemos la llamaría valiente porque son los que se han quedado, los que han cogido el toro por los cuernos, que saben que ciertas organizaciones han tomado el camino de la vía penal, frente a la vía administrativa y que saben que, tarde o temprano, nos va a tocar ir con un abogado pagado de tu bolsillo… y eso no es justo», manifiesta Marín, que lamenta que se viva un contexto en el que se tiene «la sensación de que todo es un delito medioambiental cuando no creo que las cosas hay que sopesarlas en sus justa medida, habrá cosas que sí tengan un problema medioambiental grave, y otras que no lo sean».

Cada año llegan 14.800 denuncias a Medio Ambiente

Cada año, llegan cerca de 14.800 escritos a la Dirección General de Medio Ambiente alertando de una situación de posible riesgo medioambiental. «Eso no hay Dios que lo gestione, ni teniendo aquí a un ejército», dice el director general de Medio Ambiente, Francisco Marín, que explica que este departamento se ha convertido en un cajón desastre. «Si tienes un problema en tu ciudad, en vez de ir a tu Ayuntamiento, vas a la Dirección General de Medio Ambiente, a veces solo para decir que has visto salir humo blanco de una fábrica, cuando posiblemente sea vapor de agua», lamenta.

Marín critica que haya voces en la Región que denuncien públicamente que hay un problema de salud «cuando no tienen datos, no son profesionales de la sanidad, y a eso le damos pábulo, pues al final, esas voces se presentan en Fiscalía, la Fiscalía requiere al Seprona, y estos no llaman a nosotros… y este el problema que estamos teniendo, que nos pasamos el tiempo trabajando para los juzgados, y las cosas que a veces nos pide el juez son cosas que se pueden contestar en un día y para otras necesitamos un mes». Y lamenta que los informes de calidad del aire que publican algunas organizaciones ecologistas no son rigurosos pero sean una referencia para la opinión pública.

«El informe serio, el bueno, el que se ha contrastado, el que se unifica para toda España y se remite al Ministerio va a salir dentro de poco, el otro no es malo, es lo siguiente a malo». Sobre la contaminación en la Sierra Minera de Cartagena, afirma que, por una parte, el área de inspección ambiental está centrada en la tramitación de los proyectos de descontaminación, tanto en los terrenos de la antigua Zinsa, como en los terrenos del Hondón, pero, por otro lado, «los juzgados nos piden de manera continua información de todo tipo, hasta el punto de que esa situación nos está paralizando el proceso administrativo».

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