El capitán Galindo culpa a Zaida Cantera en su denuncia de haber animado a los compañeros de Teresa Franco a interponer denuncias por acoso laboral por la vía penal contra él (no siendo estas admitidas por la Jurisdicción militar), siguiendo el ejemplo de la cabo, que ya había interpuesto la suya.

Esta redacción ha tenido acceso a la conversación en un grupo de WhatsApp de varios de estos compañeros de Franco que, además, participaron como testigos en el juicio, y que llegan a hablar sobre la posibilidad de pagar para acabar con la vida del capitán Galindo, al entender que con las quejas presentadas contra él no iban a conseguir nada. La actual concejala de Murcia también formaba parte del grupo.

«Opto por poner 30 euros cada uno y listo», afirma uno de ellos, que añade que «dar por culo y hacer ruido no sirve. Así que o cambiamos de estrategia o nos vamos a comer la misma mierda», explicó en el grupo.

Otro de los militares afirma que ve «más efectivo» pedir la «baja psicológica» para no tener que estudiar. A lo que el primero responde: «O quitarlo de en medio», refiriéndose al capitán Galindo.

Más tarde, el mismo individuo le llama «cabrón», «hijo de puta» y «piojoso» e insiste en «pegarle una paliza como se ha hecho toda la vida del Señor».

Teresa Franco, que no estaba participando en la conversación, aparece una hora más tarde para animar a los compañeros a presentar quejas contra su superior, el capitán Galindo, afirmando que después le enseñaría la contestación a Zaida Cantera y a medios de comunicación.

Sobre «quitarse de en medio» a Galindo, Franco respondió: «Bueno, tú a tu manera. Yo, mientras, a la mía. Todo compatible».

Ante esto, el militar que escribió la amenaza más grave añadió que él estaba intentando «ahorrar tiempo» a Franco porque andaba «bastante justa de él», ya que su expediente llevaba tiempo abierto y podían terminar por echarla del Ejército.

Estas pruebas fueron presentadas, fuera de tiempo, en el juicio militar de Teresa Franco contra el capitán Galindo.