Cuando Lucas Jiménez, presidente del Scrats, comenzó ayer a hacer declaraciones ante los periodistas, su enfado llegó a tal que el resto de asistentes a la Junta de Gobierno que se congregaban en el vestíbulo de la Cámara de Comercio de Murcia enmudecieron para escucharle, incluido el presidente de la CHS, Mario Urrea.
Jiménez destacó que en el Levante «hemos sido los últimos en enterarnos» de qué va a pasar con el futuro del regadío. Mencionó que los planes de cuenca del Ebro, Duero o Guadiana ya se conocen y se han tenido en cuenta las alegaciones de regantes de otras provincias respecto a los caudales ecológicos. «Voy a esperar acontecimientos», señala, ya que no conocen todavía la resolución para estos volúmenes mínimos en la cuenca cedente porque «está vinculado a la cuenca del Segura». Jiménez ha criticado el poco peso político que tiene la Región de Murcia en Madrid, un hecho que lleva a que los regantes del Levante sigan pagando «el agua más cara de todo el país».
"Hemos sido los últimos en enterarnos", señala el representante, sobre qué va a pasar con el futuro del regadío
«Muerto el perro se acabó la rabia», ejemplificaba Jiménez al alegar que esa subvención de 0,30 reflejada por la ley de 2018 nunca se ha cumplido, y ante las exigencias de los regantes de que el Ministerio aportara dinero para paliar el alto coste de producción en las desaladoras, el Gobierno central ha preferido eliminarlo.
A su salida de la Junta de Gobierno, Jiménez dejó un recado a las administraciones públicas: «Ahora toca ver qué peso tiene la Región de Murcia en Madrid». A expensas de conocer de forma definitiva los caudales del Tajo, no creen que estos cambien y no salió nada convencido de la cita en la Cámara de Comercio.
Solo espera que de conocerse antes de publicarse en el Boletín Oficial del Estado el plan del Tajo, el Ministerio les permita estudiar con detenimiento posibles cambios que se hayan producido para evaluar el impacto en el Trasvase. Jiménez volvía a hacer mención a una intencionalidad política detrás de todo esto que tiene como fin último perjudicar al sector agroalimentario del Levante. «Es más necesario que nunca» los recursos que llegan por el acueducto en un contexto de crisis global que también afecta al sector primario. El dirigente de Scrats tiene hoy una junta de la federación nacional de regantes (Fenacore), a la que va sin poder explicar qué intencionalidad tiene el Gobierno con el Levante.
«Dos regalos envenenados» para el Levante
El Partido Popular denunció ayer que el presidente Pedro Sánchez envió dos regalos envenenados a los regantes: «Ha fulminando por la puerta de atrás el precio del agua social desalada recogido por ley desde 2018 a 0,30 céntimos» y «la confirmación de que se recortará a la mitad el envío del agua del Trasvase para los cultivos del Levante».
