El 45% de las empleadas de hogar de la Región trabaja en la economía sumergida, frente al 28% de la media nacional, según ha informado CC OO. Coincidiendo con el Día Internacional del Empleo de Hogar, que se celebra el 30 de marzo, la federación del Hábitat del sindicato en Murcia ha dado a conocer las dos sentencias del Juzgado de lo Contencioso número 2 de Vigo, que ha aplicado la doctrina establecida por el Tribunal de Justicia de la UE, y el propio fallo de la Justicia europea en el que se recoge el derecho al cobro de las prestaciones por desempleo a este colectivo. En la Región el número de afiliadas dadas de alta en el Régimen Especial de Empleadas de Hogar ronda entre las 10.000 y las 11.000, que a partir de ahora podrán cobrar el paro.
Las cifras de afiliación se han estancado en los últimos años con las subidas del salario mínimo, al incrementarse también las cuotas de la Seguridad Social que pagan los empleadores.
En la sentencia del pasado 24 de febrero el Tribunal de Justicia europeo ha establecido que la normativa española que excluye de las prestaciones por desempleo a las empleadas de hogar es contraria al derecho de la Unión.
La secretaria general de CC OO del Hábitat, María Fernández de Maya, manifestó ayer en rueda de prensa que «esta sentencia pone de manifiesto la injusta discriminación a la que se ven sometidas las empleadas del hogar por su encuadre en el Régimen Especial de la Seguridad Social».
Fernández de Maya denunció también que casi la mitad de estas trabajadoras están en la economía sumergida, que alcanza en la Región el 45%, mientras que en España este porcentaje está en el 28%. Atribuye esta situación a « la falta de contrato legal y a que los contratos no reflejan las jornadas reales, por no hablar de la falta de protección en materia de seguridad y salud laboral en el trabajo, sufriendo acosos tanto laborales como sexuales».
Denuncia también que se ven obligadas a realizar «jornadas sin descanso de hasta 16 horas diarias, con dos horas diarias de puesta a disposición fuera de las ocho de la jornada laboral, que habitualmente no son compensadas ni económicamente ni con descansos».
Critica que «la falta de regularización de las condiciones de trabajo específicas para este colectivo hace que el desempeño de sus funciones raye con el servilismo, puesto que se asume por parte de las personas empleadoras que las trabajadoras tienen la obligación de desempeñar todas aquellas tareas propias de los miembros de la familia».
Recuerda que con la subida del salario mínimo, «las empleadas de hogar a jornada completa tendrían que percibir 1.000 euros en 14 pagas», pero María Fernández de Maya asegura que esa situación «está totalmente alejada de la realidad, como lo demuestra la campaña de la Tesorería para regularizar los sueldos acordes al salario mínimo».
Apunta que las condiciones no cambiarán mientras su contratación «no esté supervisada por el Servicio Público de Empleo (SEPE) y no se normalice, persistiendo la relación de desigualdad y discriminación contra este colectivo».
CCOO exige «el cambio normativo necesario para garantizar que se cobre cada hora real trabajada y que cada hora real sea declarada». Este es el lema de una campaña del sindicato «coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Empleo en el Hogar y con las dos sentencias contrarias a la normativa española que las excluye de las prestaciones por desempleo». La organización reclama igualmente la aplicación del subsidio para la trabajadoras mayores de 52 años mientras se encuentran en paro, así como el derecho a la negociación colectiva y a la representación sindical.
