El terremoto en el campo murciano que ha creado el supermercado alemán Aldi todavía tendrá ecos durante varios días. La cadena de alimentación continuará investigando a sus socios comerciales del Campo de Cartagena para determinar si han participado de algún modo en la contaminación del Mar Menor. El comunicado que remitió hace semanas a sus proveedores para que certificaran sus prácticas agrarias ha sentado como un mazazo al sector, no tanto por el requerimiento sino por sus valoraciones sobre el desastre ambiental de la laguna.

Para Aldi, la defensa que ha venido haciendo el sector agrícola de la zona, en referencia a que el alto nivel freático del acuífero «supuestamente es responsable del vertido incontrolado» de aguas residuales en el Mar Menor, es «poco creíble». En un breve comunicado remitido a esta redacción, la cadena alemana señala que ha iniciado «un proceso de seguimiento con nuestros proveedores en la región para conocer si existe implicación en este tipo de conducta».

El respeto al medioambiente y los recursos naturales forma parte de la «responsabilidad y compromiso con la sociedad y el entorno, y estas conductas no son compatibles con nuestros principios de sostenibilidad ambiental». Aldi señala a las 80 empresas agrícolas que están siendo investigadas en el caso Topillo.

«Asumirán las consecuencias»

Por su parte, el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, preguntado ayer por el requerimiento de Aldi que hizo saltar el pasado martes todas las alarmas en el Campo de Cartagena, advirtió de que si las empresas cuestionadas por la cadena no cumplen con la legalidad, tendrán que asumir no solo las consecuencias comerciales, sino también judiciales pertinentes».

Este viernes distintas plataformas en defensa por el Mar Menor llevarán a cabo una compra simbólica en distintos supermercados de Aldi en Murcia y Cartagena para apoyar la actitud de la empresa.