Los investigadores que participan en el libro Políticas públicas e innovación abordan también la modernización de las administraciones públicas, de igual forma que «en el mundo de la empresa se tiene asumida la necesidad de innovar para responder a las presiones del mercado». Sin embargo, «las administraciones tienden a romper rutinas e innovar cuando se ven presionadas por factores externos».

Parten de la premisa de que «lo que caracteriza a nuestro tiempo es el intento de sistematizar la innovación, convirtiéndola en un factor clave de la estrategia directiva». No obstante, en las instituciones públicas se detecta «una tendencia dominante hacia el estancamiento autocomplaciente», aunque «la predisposición acomodaticia se rompe o se altera, al menos en apariciencia, en momentos electorales. La liza por el dominio del juego político posibilita propuestas, pero no siempre cambios reales», concluyen.