La covid-19 ha demostrado que la cooperación internacional no cesa, y todavía menos en vacaciones. Un total de 60 CooperantesCaixa saben que ahora es cuando resulta más importante, y ante la imposibilidad de viajar a los que eran sus países de destino, van a desarrollar sus proyectos en remoto por segundo año consecutivo. En Murcia, dos trabajadores se han sumado a esta nueva fórmula de voluntariado.

CooperantesCaixa, el programa de voluntariado internacional de la Fundación ‘la Caixa’, ha reinventado su forma de cooperación a raíz de la situación provocada por la pandemia y las restricciones de movilidad y seguridad. En 2020, 44 voluntarios se sumaron a la iniciativa virtual que este año ha ganado más adeptos: un total de 60 personas dedicarán sus vacaciones a colaborar en remoto en diferentes proyectos de desarrollo internacional.

Los participantes en este programa aportan sus conocimientos, habilidades y experiencia en la materia en la que son especialistas para desarrollar proyectos de cooperación en los que colabora la Fundación ‘la Caixa’ junto con ONG locales, con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) . Un total de 612 voluntarios han participado desde los inicios del programa proporcionando asistencia a 60 ONG en 23 países de la América Latina, Asia y África.

Los cooperantes trabajarán en remoto con ONG localizadas físicamente en India, Perú y Mozambique en el marco del programa de creación de empleo Work 4 Progress de la Fundación ‘la Caixa’. Por primera vez, en esta edición distintos voluntarios colaborarán con el programa MoM, realizado desde Fundación ‘la Caixa’ en alianza con el ACNUR en Etiopía con el objetivo de reducir la mortalidad infantil y mejorar la situación nutricional niños y niñas menores de 5 años y sus madres.

Las ventajas del voluntariado virtual

El voluntariado no presencial representa un reto, pero también una oportunidad, que ha hecho patentes algunos de los beneficios de posibilitar la cooperación a distancia. Por un lado, la flexibilidad que permite la incorporación de cooperantes que hasta ahora no podían viajar al terreno, y por otro, la agilidad ante situaciones de emergencia humanitaria de forma inmediata, sin la complejidad de preparar un viaje al terreno. A esto se le suma una mayor accesibilidad, que permite a más ONG beneficiarse del programa virtual en territorios hasta ahora fuera del alcance del programa, y la sostenibilidad, primando el respeto por el medio ambiente al reducir el número de desplazamientos cuando no son imprescindibles.