La Región de Murcia tuvo en la década de los noventa un plusmarquista español. El cartagenero Venancio José Murcia lideró durante varios años los 100 y 200 metros lisos. Han tenido que pasar unos quince años para encontrar a otro deportista de la Comunidad Autónoma en lo más alto y, en su caso, por triple partida. Se trata de Mohamed Katir, nacido en Alcazarquivir el 17 de febrero de 1998 pero criado en Mula desde 2003, cuando tenía solo cinco años. Su padre, tras viajar en patera desde su país natal, Marruecos, se instaló en Huesca pero pronto se trasladó a la localidad en el corazón de la Región, conocida también mundialmente gracias al ciclista Luis León Sánchez y al futbolista Pedro León, con toda su familia.

El pequeño Katir, el atleta de la mirada desafiante, comenzó como casi todos los niños a jugar al fútbol. Era un delantero centro rápido pero indisciplinado, que regresaba siempre a casa enojado porque los entrenadores le echaban la bronca. Pero una pista de atletismo, mejor dicho, un descampado y un técnico, Cristóbal Carlos, que se dio cuenta enseguida de sus cualidades, cambiaron por completo la vida deportiva de un chico que a veces lucía una melena y otras el pelo rapado. Sus rivales en las carreras del colegio fueron las primeras víctimas de un Katir que comenzó muy pronto a batir récords regionales en todas las categorías. Primero los 3.000 metros y después los 5.000, distancia donde se convirtió en el primer atleta de la Región en bajar de los 14 minutos.

El título de campeón de España de cross que logró con 16 años vino a confirmar que Katir era un atleta con un talento especial para el medio fondo. Tanto en la pista como en el circuito de tierra era capaz de correr muy rápido, con una zancada amplia y limpia, siempre erguido, con mirada fijada en la línea de meta.

Los padres de Katir, un marroquí y una egipcia, no inscribieron en ningún momento al pequeño de la familia como español, un hecho que cortó su meteórica carrera deportiva, ya que se encontró que cuando dio el salto a la categoría promesa, al no tener el pasaporte, no pudo recibir una medalla de campeón de España. Fueron momentos duros que, sin embargo, no le hicieron desfallecer pese a que el único aliciente era entrenar y disputar algunas carreras populares. Pero después de tres años de largas gestiones llegó la ansiada nacionalidad. Katir, que lee poesía en sus ratos libres, no se planteó durante el proceso competir por Marruecos. Su argumento era rotundo: «Aquí es donde me he criado, estudiado y hecho toda mi vida. Ha sido en España, no en Marruecos. Yo de mi país solo sé que viven mis abuelos y aquí es donde se ha forjado mi carrera como atleta. Quiero participar como español, solo como español», decía en una entrevista a este diario antes de lograr el pasaporte.

El pasado mes de septiembre dio otro giro en su carrera que le ha impulsado definitivamente en un mundo tan complicado como el atletismo. Decidió cambiar de técnico y ponerse en manos de Gabi Lorente, un fuentealamero de 31 años de edad que se tuvo que ganar durante muchos años la vida como panadero después de graduarse en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. La progresión de Katir, metódico en sus entrenamientos y que acostumbra a pasar largas temporadas en el CAR de Sierra Nevada, ha sido tan espectacular que después de ser cuarto en 3.000 en el Europeo en pista, el 10 de junio batió el récord de España de 5.000 metros en Florencia (12.50.79). Su ansia de triunfo le llevó unos días después a rebajar una plusmarca histórica del atletismo español, la de 1.500 del campeón olímpico Fermín Cacho, que dejó en 3.28.76. Y para cerrar el círculo, justo antes de los Juegos Olímpicos se hizo también con el récord de 3.000, en posesión de Isaac Viciosa desde hace 23 años, que dejó en 7.27.64.

El próximo martes tiene en Tokio un test importante para comprobar si también ha madurado en la alta competición. Afrontará la clasificación para la final olímpica en los 5.000 metros. Muchas miradas están puestas en este joven de Mula que el viernes 6, si pasa con éxito las eliminatorias, se enfrentará a la posibilidad de subir al podio de unos Juegos marcados por el coronavirus.