El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Morales Meseguer de Murcia (centro de referencia en el Área de Salud VI) cumple cinco años desde su puesta en marcha apostando por nuevas técnicas con las que mejorar la atención al paciente y reducir los efectos secundarios de determinadas pruebas. Entre ellas destaca el contraste, en el que los responsables del servicio han sustituido el yodo por CO2, abandonando casi por completo el uso del primero de los compuestos.

Los profesionales que trabajan en el equipo dirigido por el doctor Emiliano Cano se centran en el diagnóstico y tratamiento de la patología vascular (varices, isquemias y gangrenas, aneurismas...) y en estos cinco años han intervenido a más de un millar de pacientes. Su objetivo principal es salvar las extremidades que tienen problemas de falta de riego.

Para ello cuentan con una consulta de alta resolución donde se estudia a los pacientes y por la que ya han pasado más de 5.000 usuarios, a los que se han practicado unas 6.000 exploraciones.

En esta consulta de alta resolución se cita al paciente y se le hace una valoración inicial, así como las pruebas que necesita, evitando nuevas consultas y desplazamientos posteriores.

Los casos más habituales son los de pacientes que tienen problemas vasculares como consecuencia de enfermedades como la diabetes o la hipertensión. Por lo que, tras el estudio y las pruebas, se programa la cirugía si es necesaria, tanto si es cirugía abierta como endovascular.

En estos casos lo habitual es usar el contraste yodado, pero el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Morales Meseguer ha apostado por el CO2, que se utiliza tanto en la fase de diagnóstico como en el tratamiento.

El doctor Cano explica que el yodo suele provocar alteraciones renales y hepáticas en los pacientes, a la vez que también se han dado casos de algunas alergias. Por lo que su uso se ha abandonado en beneficio del CO2, un compuesto que se elimina por la respiración y que no implica ningún riesgo.

No obstante, este especialista puntualiza que el CO2 que utilizan no es tóxico sino que es CO2 de uso médico. Una técnica que se está usando ya en otros hospitales de España y que ha llegado a la Región de la mano de este equipo del Morales Meseguer.

En lugar de inyectar el contraste, el paciente recibe el CO2, lo que permite ver a través del equipo de rayos X como si se hubiera usado el contraste yodado, sin los efectos secundarios que tiene este y eliminándolo a través de la respiración.

En el tiempo que están usándolo ya ha sido utilizado con cerca de 200 pacientes, aunque tiene una limitación y es que no se puede utilizar en las partes altas del cuerpo, ya que en esos casos no está recomendado y se sigue usando el contraste yodado.

El yodo es eliminado por el riñón, por lo que su sustitución por CO2 evita que el paciente sufra daño renal o que si ya tiene dañados los riñones éstos empeoren.

Emiliano Cano indica que gracias al tiempo que vienen aplicándolo «se ha convertido casi en un procedimiento rutinario en el que ya nos hemos especializado, por lo que está previsto que vengan profesionales de otros hospitales de España para formarse con nosotros».

Además, el jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Morales Meseguer, el doctor Cano, ha estado trabajando junto a los ingenieros de las empresas médicas que les suministran los equipos para diseñar un software nuevo con el que poder utilizar este método de contraste mediante CO2, mejorando así la imagen de la prueba médica y facilitando el diagnóstico de los pacientes que pasan cada día por esta consulta de referencia del Área VI de Salud.

Más trombosis y flebitis a causa del coronavirus

El jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Morales Meseguer, Emiliano Cano, reconoce que con la pandemia de coronavirus han detectado un incremento de los casos vistos en consulta de trombosis y flebitis, ya que existen más problemas circulatorios. El equipo del servicio está formado por cuatro médicos (Leticia Hidalgo, Paloma Sanchís, David García y Emiliano Cano), así como por la enfermera Romina Díaz y los residentes de Enfermería Familiar y Comunitaria. También pasan por él MIR de otras especialidades quirúrgicas.