La batalla judicial y política por el plan hidrológico del Tajo ha comenzado. Los gobiernos de la Región de Murcia, Andalucía y, con un perfil más bajo, la Comunidad Valenciana se han posicionado radicalmente en contra del aumento de los caudales ecológicos en la cuenca que cede agua al Levante. El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, calificó ayer de «barbaridad inadmisible, e incluso indecente» la propuesta del Gobierno de España para que «se cierre el trasvase Tajo-Segura en 2027» como consecuencia del aumento progresivo de los caudales ecológicos de la cuenca cedente en Aranjuez (Madrid), que pasarán ese año de 6 a 8,6 metros cúbicos por segundo.

Tanto la Región como Andalucía han puesto una cifra encima de la mesa preocupante para el sector: El nuevo plan del Tajo, a la larga, plantea una reducción de los envíos por el acueducto en un 40% para el regadío. Y con esta premisa también el Gobierno valenciano piensa alegar contra los planes del Ministerio, sumándose a la postura de Murcia y Alicante. «Nos van a quitar el 27 por ciento del agua para regadío y abastecimiento de la que ahora disponemos, una cifra que se eleva al 40 por ciento si contamos solo los recursos destinados a la agricultura. Esto significa que 4 de cada 10 litros que llegaban al Levante para regadío dejarán de hacerlo», señaló ayer el consejero de Agua de Murcia, Antonio Luengo.

En términos generales, la disminución de los caudales que llegan por el Trasvase sería de un 25% y se verían afectados todos

Con todo, se avecinan más movilizaciones de los regantes. El Círculo del Agua se reunirá hoy para estudiar los planes del Ministerio para el caudal ecológico del Tajo. Estudios técnicos que había encargado el Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (Scrats) señalaban que no era necesario aumentar de 6 metros cúbicos por segundo el caudal mínimo a su paso por Aranjuez. El próximo año, de aprobarse definitivamente las cifras para el plan del Tajo, este caudal pasaría a 7 metros por segundo e implicaría un recorte de 43 hectómetros cúbicos anuales, según datos de los regantes.

Tal y como se refleja en el plan del Segura, la demanda actual de volumen de agua es de 1.695,7 hm3 anuales. El principal uso atendido es el regadío con 1.476,3 hm3 anuales, un 85% del total; en segundo lugar se sitúa la demanda servida a través de las redes de abastecimiento urbano, 199,6 hm3 anuales, un 11,5% del total. Para el horizonte del 2027, la Confederación Hidrográfica del Segura estima que la demanda de agua para regadío subirá levemente, hasta 1.480 hectómetros anuales.

Reunión con Sánchez

Miras se posicionó ayer del lado de los regantes y los agricultores ý anunció que estará con ellos «en todas aquellas acciones que lleven a cabo». El presidente regional ha solicitado ya al presidente del gobierno del Gobierno de España, Pedro Sánchez, una nueva reunión para hablar de este tema. No obstante, se ha mostrado convencido de que Sánchez la volverá a rechazar.

«Pero buscaremos todos los apoyos necesarios y haremos todo lo que tengamos que hacer para que en 2027 no se lleven a cabo los planes de Pedro Sánchez y del Gobierno central y que no se cierre el trasvase Tajo-Segura».

La inversión de 500 millones de euros que quiere realizar el Ministerio para disparar la producción del agua desalada en el Levante no parece contentar a nadie. Este dinero iría destinado a la ampliación de las plantas de Torrevieja (hasta llegar a los 120 hm3, de los cuales 80 serían para regadío), la de Águilas y la de Valdelentisco. La CHS, en su plan para el Segura, también estima una pérdida del 12% de la superficie de regadío si se aumenta el caudal ecológico a 8,6 m3/s.