Sólo tres municipios de la Región, Murcia, Cartagena y Molina de Segura, se han adherido al convenio que impulsó el Colegio de Farmacéuticos junto con la Federación de Municipios en 2018 con el objetivo de que las 569 oficinas de farmacia que hay distribuidas por toda la Comunidad pudiesen dispensar los medicamentos que necesiten aquellas personas con menos medios económicos y que son beneficiarias de una ayuda de los servicios sociales municipales.

Este convenio permite a las oficinas de farmacia suministrar a los vecinos de cada uno de los municipios adscritos los tratamientos farmacológicos siempre que aporten, junto a la prescripción facultativa, el documento que avale su dispensación y que esté firmado y sellado por el responsable de la concejalía que gestione los servicios sociales municipales. En virtud de este acuerdo, el Colegio de Farmacéuticos factura mensualmente a Murcia, Cartagena y Molina de Segura el importe de los tratamientos dispensados y estos deben pagar las facturas emitidas en el plazo de un mes.

El vocal del Área 6 del Colegio de Farmacéuticos, Pedro Gil, explica que el convenio nació para solucionar problemas de acceso a tratamientos farmacológicos a personas que están en situación o en riesgo de exclusión social. «Cuando no pueden costearse todo o parte de un medicamento acuden a servicios sociales con la receta y reciben, si cumplen los requisitos, un documento del Ayuntamiento en el que expresa que se hará cargo del coste del tratamiento; el convenio permite que desde cualquier farmacia se pueda dispensar el producto farmacológico y podamos facturar al Ayuntamiento», detalla Gil que sostiene que es importante porque «por cercanía, por confianza, cada paciente tiene su farmacia y tenemos que respetar el libre acceso del paciente a la farmacia que él desee, eso para nosotros es muy importante».

Por su parte, a raíz del estallido de la pandemia, la Federación de Municipios está promocionando nuevamente este convenio para que los ayuntamientos se adhieran y puedan ofrecer este servicio a la ciudadanía más vulnerable. «Sobre todo ahora que se vive un momento tan delicado debido a la pandemia de la covid. Esperamos que los ayuntamientos se animen a pesar de que entendemos que cada vez tienen más obligaciones y competencias impropias», aseguran desde la Federación.

Uno de los últimos ayuntamientos en renovar esta adhesión al convenio ha sido el de Molina de Segura. El concejal de Bienestar Social de este municipio, Ángel Navarro, destaca que el convenio también garantiza que no haya «discriminación o situaciones de privilegio entre farmacias». Sin el sistema, mediante el cual el Colegio centraliza las operaciones y la facturación a los ayuntamientos, «todo se reduciría a la relación entre el particular que recibe la ayuda y una farmacia concreta, normalmente la más cercana al Ayuntamiento; lo que significa una posición de privilegio en el mercado ya que estaría vendiendo todos los productos que vienen por este concepto».

Ángel Navarro, que fue uno de los redactores de la parte técnica del convenio, recuerda que el municipio que inició este sistema fue el de Murcia donde trabajaba como funcionario en calidad de trabajador social «Se hizo para romper el monopolio de una farmacia, la que estaba situada en la calle Eulogio Soriano 6; allí estaba la antigua farmacia municipal de la beneficencia y ése es el origen de la ayuda para los medicamentos a personas indigentes», relata el ahora concejal socialista en Molina de Segura.

El asesoramiento o el consejo farmacéutico es muy importante no sólo desde el punto de vista sanitario, sino incluso económico; en España se ahorran millones de euros gracias a ese consejo profesional, por las visitas médicas innecesarias que evita.

Una de cada tres personas que entra en una farmacia sale sin haber comprado nada, muchas veces aconsejado por el farmacéutico; este dato aparece publicado en la web del Colegio de Farmacéuticos de la Región (COFRM).

Según un estudio de la compañía farmacéutica Teva, el valor asistencial que aporta la farmacia comunitaria, más allá de los resultados clínicos en prevención y cuidado de la salud de la población, se puede cifrar en 1.700 millones de euros al año.

Este ahorro se produce por actos concretos como que «la intervención del farmacéutico que reduce en un 56 por ciento los problemas de salud no controlados y en un 49 por ciento las visitas a urgencias» o que los farmacéuticos españoles ofrecen 182 millones de consejos sanitarios al año además de la dispensación.

Según el COFRM la repercusión autonómica de esta labor asistencial alcanza los 45 millones de euros al año en la Región. La red de farmacias es la red de micropymes más numerosa en la Región. En las 569 farmacias comunitarias de la Región ejercen casi 1200 farmacéuticos que ofrecen asesoramiento a más 62.000 murcianos al día, según datos publicados por el Colegio.

Las oficinas de farmacia de la Región emplean a una media de dos farmacéuticos por farmacia, «por lo que nuestras farmacias crean más de 1200 empleos directos, una cifra muy superior a la de cualquier otro país de nuestro entorno», señalan. Por otra parte, se estima que en este sector el 90 por ciento de los contratos laborales son indefinidos y en un 70 por ciento son mujeres.

Importante 2020

El trabajo de los farmacéuticos durante la pandemia fue reconocido en los galardones ‘Importantes 2020’ que organiza el diario La Opinión de Murcia. Recogió el premio, en representación de todo el colectivo, Esther Belén Hernández.