La pandemia de coronavirus se ha cebado de nuevo con el sector del transporte de viajeros que, al igual que en 2020, ha sufrido un nuevo mazazo económico, mientras que en el sector de mercancías se preparan para «un acoso desde todos los ángulos» debido a los muchos cambios normativos y de fiscalidad a los que tendrá que enfrentarse a corto plazo.

En su discurso ante la Asamblea General Ordinaria de la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia, el presidente de Froet, Pedro Díaz, aseguró que en el sector de viajeros los efectos de la pandemia «han sido muy importantes, afectando a las empresas de manera dura». A la reducción de las expediciones y números de viajeros, hay que unir las solicitudes de ERTE y compensaciones económicas por parte de la Administración correspondiente, pero «están llegando de manera tardía y con cuantías insuficientes», reprochó Díaz. El transporte escolar resultó igualmente afectado por el cierre de los centros educativos, y el discrecional puro, esto es, los servicios ocasionales, celebraciones, ferias, congresos o turismo, «se ha derrumbado completamente».

Aunque no se han resuelto todos los problemas, la intervención de Froet en algún caso «ha evitado lo que hubiera sido un descalabro» en el sector de autobuses, recalcó Díaz. En cuanto a las mercancías, recordó que el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, se comprometió con el sector el verano pasado a «resolver o negociar una serie de puntos que consideramos esenciales para la supervivencia de nuestras empresas». «Son medidas de protección del sector, que se ve acosado desde todos los ángulos», describió Díaz.

«Un futuro no halagüeño»

Díaz se refirió a la probable subida del Impuesto sobre Hidrocarburos, la imposición de la tasa por el uso de infraestructuras, el establecimiento de las 44 toneladas, la reivindicación de prohibir la carga y descarga para los conductores, la morosidad en los cobros por parte de los clientes o la competencia desleal.

Por ello, el presidente de Froet apeló a la «unidad del sector» ante «un futuro no muy halagüeño, aunque depende de nosotros hacer lo posible por cambiarlo». Respecto al pago de infraestructuras, Díaz desveló que «sólo del Impuesto sobre Hidrocarburos al transporte de mercancías el Estado recauda 11.000 millones de euros anuales, cantidad más que suficiente para cubrir el mantenimiento de las carreteras por los daños» que pueda ocasionar la actividad transportista.

Sobre el aumento de pesos y dimensiones de los camiones, el presidente de Froet acusó al Ministerio de «incumplir el compromiso firmado», al proponer la redacción de un calendario para el establecimiento de las 44 toneladas, los 4,5 metros de altura y los duo-tráiler, «dando por hecho que se van a autorizar» y, por tanto, descartando cualquier negociación con el sector transportista, que se opone a que los vehículos sean más grandes.

Otro de los puntos esenciales es la prohibición de la carga y descarga por parte de los conductores, un asunto sobre el que Pedro Díaz lamentó que «no se haya podido llegar a ningún acuerdo», retirándose las federaciones de transportistas de la mesa tripartita integrada también por Administración y asociaciones de cargadores, al considerar estas reuniones «una deliberada pérdida de tiempo».