La profunda remodelación del Gobierno regional tras la crisis política que provocó la moción de censura fracasada de Ciudadanos y PSOE en la Asamblea quedó resuelta ayer. Tal y como confirmó el diario La Opinión, la diputada expulsada de Vox, María Isabel Campuzano, asume ya la Consejería de Educación y Cultura en sustitución de la diputada popular Esperanza Moreno que pasará a ser la jefa de Gabinete de Presidencia., Campuzano liderará la gestión pública en materia de «educación reglada no universitaria en todos sus niveles; cultura y cualesquiera otras que le asigne la legislación vigente», tal y como aparece en un suplemento del BORM publicado ayer. Este es uno de los resultados más polémicos de las intensas negociaciones que López Miras ha llevado a cabo con los diputados expulsados de Vox en las últimas semanas y que ha provocado innumerables protestas en las calles por parte de los sectores educativos y culturales.

En sus primeras palabras, Campuzano defendió la implantación del permiso parental cumpliendo con la ley para que no se lo «puedan echar atrás», como ya trató de hacer el Ministerio al denunciarlo a los tribunales, y lograr así que los padres decidan la asistencia de sus hijos a actividades complementarias en las aulas, como las clases de educación afectivo-sexual, las más polémicas.

Por otra parte, el exalcalde de Yecla Marcos Ortuño deja su cargo y asume desde ayer la Consejería de Presidencia, Turismo y Deportes. La primera área estaba en manos del consejero Javier Celdrán que pasará a ocupar de nuevo la cartera regional de Economía, Hacienda y Administración Digital. Por su parte, Cristina Sánchez, la que fuera consejera de Turismo, Juventud y Deportes, fue cesada.

Tras el acto, Ortuño confesó que está deseando corresponder con trabajo e ilusión la confianza que ha depositado en él López Miras. «Trabajaremos codo con codo con los empresarios del sector turístico y lucharemos por nuevas líneas de ayuda porque es un sector clave para la economía regional», explicó.

Desde Presidencia, Ortuño velará por la coordinación del Gobierno regional, más necesaria que nunca por la presencia de hasta cinco consejeros sin adscripción clara a un partido político. «Trataré de impulsar la acción de Gobierno y la estabilidad política en los momentos más difíciles», declaró para después lanzar un guiño a todos los consejeros sin partido, «el PP ha abierto sus puertas a todos aquellos que quieran sumarse a este proyecto liberal y moderado».

A diferencia de lo que ocurrió en la segunda remodelación del Gobierno, la que incluyó a los disidentes de Cs que abortaron la moción de censura, ayer sí se facilitó el currículo de los nuevos consejeros, donde se indica que la nueva titular de Educación, Mabel Campuzano, es licenciada en Historia del Arte y técnico en Medicina Nuclear y Marcos Ortuño licenciado en Derecho.

Un detalle que no pasó inadvertido fue la confirmación de Valle Miguélez como portavoz del Ejecutivo. A pesar de que en los últimos días se estuvo barajando la posibilidad de que esa función corriera a cargo de un diputado del PP, finalmente López Miras ha decidido ajustarse fielmente al primer pacto firmado con Ciudadanos en 2019 donde quedaba claro que Portavocía debía recaer en un diputado de la formación liberal.

«La libertad, señores»

La toma de posesión de Marcos Ortuño y María Isabel Campuzano tuvo lugar pocos minutos después de las 17.00 horas de la tarde de ayer. Acompañados por sus familiares, los nuevos integrantes del Consejo de Gobierno, los diputados cesantes y los reubicados fueron tomando posiciones entre codazos corteses y los parabienes habituales en estas citas.

Durante el acto, el presidente Fernando López Miras dedicó la mayor parte de su intervención a tratar de calmar los ánimos de los sectores educativos y culturales que durante la mañana de ese mismo día estuvieron protestando contra «la llegada de la ultraderecha a la Consejería de Educación y Cultura».

«Velaremos por una educación pública de calidad y apostaremos al mismo tiempo por la concertada sin dirigismo en ningún sentido», señaló Miras. «Sumamos para ser mejores, no distintos, porque el rumbo no ha cambiado», señaló. «Creemos en una educación pública de calidad con más centros, más profesionales docentes, con plantillas más estables, en la que los padres decidan dónde y cómo deben formarse sus hijos, sin dirección por parte de los poderes públicos», insistió López Miras.

El presidente argumentó que pelear políticamente contra la Ley Celaá es defender la «libertad, señores, sí, la libertad en la educación, que sólo se conseguirá con más recursos para garantizar un sistema público de educación de calidad a la vez que se apuesta por la concertada como garante de la libertad de las familias en la elección del modelo educativo de sus hijos, siempre, siempre, desde el más estricto cumplimiento de la ley».

Por su parte, el nuevo titular de Economía, Hacienda y Administración Digital, Javier Celdrán, que deja Presidencia y mantiene Hacienda, tiene en la aprobación de los presupuestos autonómicos para 2021 su primer reto. Sostuvo tras el acto que cree tener salvada su aprobación parlamentaria «con la predisposición a votar a favor» del único diputado de la Asamblea no expulsado de Vox, Pascual Salvador.

Con el acto de ayer, Fernando López Miras culmina una negociación que logró frenar la moción de censura de PSOE y Cs, pero que deja un Gobierno frágil con hasta cinco miembros del Consejo de Gobierno independientes.