Millones de larvas dispuestas a convertir todo el desperdicio alimentario que tiramos a la basura en abono o compost para los cultivos agrícolas. La Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), junto a la empresa ceheginera Entomo Agroindustrial, ha impulsado un proyecto para usar las larvas de la mosca soldado negra (Hermetia illucens) como bioconversores de los residuos orgánicos que generamos a diario.

En concreto, durante su crecimiento, la larva transforma el biorresiduo en compost, útil en fertilización del campo. Posteriormente la larva es ‘sacrificada’ y molida para la obtención de harina rica en proteína, hidrolizados proteicos, grasas, ácido láurico o quitina, para generar fertilizante orgánico, resalta José María Cayuela, vicedecano de los grados en Gastronomía, Nutrición Humana y Dietética y Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la UCAM y coordinador de la Cátedra de ‘Producción Industrial de Insectos y Economía Circular en la Gestión de Biorresiduos’. A través de esta Cátedra se investigará en el campo de la alimentación animal y humana para obtener nuevos productos a partir de estos insectos. «Ya se ha ensayado en unos cultivos y mejora los datos de producción», resalta Cayuela, quien confirma que también se está utilizando para alimentar a doradas pequeñas y que se espera que próximamente se autorice el uso de estas harinas de insecto en el sector ganadero para alimentar a cerdos y gallinas.

Además, de estas larvas, una vez que se alimentan durante 10-12 días antes de que se conviertan en mosca, también se pueden obtener otros componentes de alto valor añadido más purificados, como el quitosano, que puede ser utilizado para la industria farmacéutica o para el desarrollo de envases biodegradables, explica el vicedecano. Con el desarrollo de las biorrefinerías, como la instalada en Cehegín, se permitirá la transformación de biorresiduos orgánicos, «contribuyendo a su reducción, y por tanto, ayudará a ajustarnos a las nuevas limitaciones de la Unión Europea para la protección del medio ambiente».

El principal objetivo de la Cátedra creada es fomentar la innovación empresarial, generar y divulgar conocimiento científico y crear programas formativos en el campo de la producción industrial de insectos con los que transformar residuos orgánicos biodegradables en compuestos que resulten de interés para sectores como la agricultura, la ganadería y la industria farmacéutica.

Cayuela explica que desde la UCAM ponen a disposición de Entomo AgroIndustrial los recursos humanos y materiales de investigación, así como una plataforma de formación: «Hablamos de una actividad económica nueva para la que nadie está formado y que necesitará de mano de obra».

En este sentido, se prevé un apartado sobre emprendimiento y empleabilidad en este nuevo nicho de mercado mediante la aplicación de nuevas tecnologías de procesado, para lo que contará con la colaboración del Instituto Tecnológico de Murcia (ITM) de la UCAM.