Manuel Segovia Hernández, Catedrático de Medicina de la UMU, jefe del Servicio de Microbiología y director de la Unidad Regional de Medicina Tropical de la Arrixaca, además de consultor de la OMS, ofrece mañana en Molina, a través de la Fundación de Estudios Médicos (FEM), una conferencia sobre

lo que ha supuesto para la humanidad la aparición inesperada de una enfermedad como la covid.

Titula su conferencia como ‘Covid-19. Drama humano. Oportunidad para la ciencia’. ¿En qué aspectos ha beneficiado el coronavirus a la investigación científica?

La aparición de la enfermedad ha puesto de manifiesto que estamos muy lejos de pensar que el ser humano no puede ser golpeado duramente por nuevos agentes patógenos. Hasta hace poco había un exceso de confianza, pensando que las enfermedades infecciosas podían ser fácilmente controlables. Sigue siendo absolutamente necesario invertir en la investigación microbiológica y, afortunadamente, los gobiernos y la industria han entendido que hacerlo es una garantía de futuro.

Usted tiene sobre sus hombros una gran cantidad de cargos con su inherente responsabilidad, ¿cómo ha sido su trabajo desde el inicio de la pandemia?

Como el del resto de compañeros, médicos, enfermeras, auxiliares…, cada uno en su papel, pero todos volcados en tratar de aportar nuestro conocimiento y esfuerzo para minimizar, en lo posible, las carencias que al principio se tenían, y ayudar a que el sufrimiento de las personas fuese lo más llevadero posible.

En estos tiempos de crisis sanitaria, ¿qué papel juegan entidades como la FEM?

La FEM, en su papel de promulgar el interés de la sociedad en la Ciencia y en difundirla, y fomentar las vocaciones científicas, es, sin duda, una ayuda en la lucha contra la covid.

¿Cree que volveremos pronto a la ansiada ‘normalidad’?

Las vacunas, en un futuro próximo, nos permitirán vencer a este virus, pero habrá comportamientos que permanecerán. La imposición de la distancia social creo que es negativa para los seres humanos (somos animales sociales), y espero que podamos volver a poder estar más juntos. Sin embargo, la pandemia también nos ha enseñado que determinados comportamientos cívicos (como no salir a la calle si estamos resfriados o usar mascarilla cuando estamos enfermos) nos pueden ayudar a tener una mejor salud.