Desde que estallara el proceso de eutrofización del Mar Menor, el sector agrícola se puso manos a la obra. En los primeros meses de 2017, trece empresas de la comarca, de manera conjunta con Fecoam y COAG, fundamos la Cátedra Agricultura Sostenible en el Campo de Cartagena, adscrita a la UPCT. En tan solo unos meses fuimos capaces de obtener una solución al problema de la presencia de nutrientes en las salmueras procedentes de las desalobradoras, a través de biorreactores de restos de poda de cítricos.

No está de más remarcar que esta solución basada y amparada en la ciencia ha obtenido el refrendo de la Universidad de Illinois, concretamente de su investigadora principal en materia de desnitrificación Laura Christianson, que incluso nos visitó y participó en alguna jornada organizada por parte de la Cátedra.

Fruto de estos trabajos y con el ánimo de aunar esfuerzos y poner el problema en conjunto, creamos la Fundación Ingenio, que aglutina a más de 40 empresas del Campo de Cartagena, e incorpora también a la potentísima Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena y a la no menos importante Comunidad de Regantes de Arco Sur.

Una de las obsesiones de Fundación Ingenio desde su inicio ha sido ofrecer una solución integral que recogiera todos los aspectos que pudieran afectar al Mar Menor. Creemos que es compatible la coexistencia del sector agrícola con el resto de los sectores implicados en la zona, y sobre todo con el entorno, el medio ambiente y el Mar Menor. A esta solución integral le hemos dado el nombre de Anillo de Protección Ambiental, porque reflejaba el sentir mayoritario del sector agrícola del Campo de Cartagena: proteger el Mar Menor.

El sector en su conjunto no entiende la patrimonialización de sentimientos que se ha hecho con este problema tan grave, como si los agricultores y todos los que trabajamos en este sector no hubiéramos tenido una infancia ligada al Mar Menor, como si fuéramos inermes a la situación ambiental de esta joya que es de todos, y como si el patrimonio de todos nosotros en conjunto no estuviera en peligro con motivo de su degradación.

El Anillo de Protección Ambiental se sustenta en tres pilares de trabajo: el uso eficiente de los recursos, la protección del Mar Menor y la lucha contra el cambio climático. Esta propuesta recoge no sólo medidas que otros tienen que desarrollar, sino que pretende también la implantación definitiva de medidas que exijan al sector agrícola aquello que de cualquier forma es irrenunciable.

En el Anillo abordamos asuntos como el suelo, el agua y la propuesta decidida por la potenciación de la biodiversidad en su primer pilar. También proponemos proteger el Mar Menor desde todas sus vertientes: subterránea a través de una gestión ordenada y regulada del acuífero, desdemonizando un recurso que está ahí y que, en opinión de los científicos, su adecuada gestión es clave para mejorar el estado del Mar Menor.

Es necesario reducir la descarga superficial a través de la mejora del sistema de reutilización de aguas y del uso de los sistemas, corroborados por la ciencia, de desnitrificación y a su vez aplicar las buenas prácticas agrícolas tanto en términos de agronomía como en términos de implantación decidida de las TIC´s.

Pero sobre todo queremos que este Anillo de Protección Ambiental tenga un aspecto fundamental: pretendemos que todas y cada una de las medidas que se implementen tengan su refrendo en la ciencia y en los científicos. No pretendemos que sean medidas demandadas por el sector agrícola con el único criterio del beneficio propio, sino que pretendemos que sean medidas que hagan compatible un sector agrícola pujante y modélico con el resto de los sectores, y sobre todo, con el entorno y con el Mar Menor en primera persona. Este es nuestro deseo y por ello luchamos y trabajamos.