Seis cerdos vietnamitas, un mapache y varias cotorras argentinas y de Kramer. Estas son las especies invasoras que fueron halladas por la Guardia Civil en una finca de la pedanía lorquina de Purias, en el marco de una operación que pretendía desmantelar un zoo clandestino que albergaba 572 animales domésticos, de granja, exóticos o especies protegidas en pésimas condiciones higiénico-sanitarias. De estos 572 ejemplares, el Ayuntamiento de Lorca logró reubicar alrededor de unos 200 animales domésticos y exóticos con la ayuda tanto de la empresa municipal encargada de la recogida de animales domésticos como del Colectivo de Protección Animal de Lorca.

Ahora, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) ha intervenido para salvar la vida de varios ejemplares de animales considerados invasores. Esta fundación animalista de Barcelona, se ha puesto en contacto con la Consejería de Ganadería de la Región para lograr llegar a un acuerdo que permita reubicar a estos animales en refugios.

Para poderlos trasladar, señala Andrea Torres, miembro de la fundación, estos animales deberían ser saneados, es decir, «que como mínimo se les debería sacar sangre para hacer un análisis y comprobar su estado de salud. En el caso de las especies invasoras el tema se complica un poco más, ya que para poderlas seguir manteniendo en cautividad y que no comporten un riesgo para el ecosistema, se las debería esterilizar e identificar (preferiblemente con chip), entre otras cosas».

En lo que respecta a los animales de granja hallados en la finca, la mayoría ya contarían con un sitio donde reubicarlos y la fundación cree que no habrá problema en darles un cobijo a todos, ya sea a través de un refugio o de particulares, dado que algunas personas ya se han propuesto para hacerse cargo de los animales o se han puesto en contacto con la Consejería para este fin.

La fundación, que se puso en contacto con el propietario de la finca, un hombre de 62 años que está siendo investigado por presuntos delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, es decir, por maltrato animal y tenencia de especies protegidas de fauna silvestre, asegura que ya existe una orden de sacrificio sobre las especies de granja e invasoras (los seis cerdos vietnamitas, un mapache y varias cotorras Argentinas y de Kramer), según les habrían confirmado desde la Oficina Comarcal Agraria y el propio dueño de estos animales, que ha presentado alegaciones.

La Consejería no confirma este extremo pero sí asegura que los animales de abasto «normalmente se sacrifican ya que al no tener trazabilidad ni seguridad de que no hayan ingerido sustancias o materias primas no son aptos para el consumo». La dirección general de Producción Agrícola, Ganadera y del Medio Marino, quien se hizo cargo de la totalidad de los animales, los cuales la mayoría continúan en la finca, subraya que si algún santuario autorizado quisiera a estos animales y costease los tratamientos, analíticas, les hiciera un seguimiento veterinario y no fuesen «bajo ningún concepto» a la cadena alimentaria, «podría estudiarse» el traslado a otras comunidades con permiso de esas autonomías.

La fundación asegura haber encontrado un refugio para el mapache en Cataluña, y queda pendiente de cerrar la acogida de los cerdos vietnamitas en otro. La Consejería estudiará el caso de cada animal y, aunque no se ha detectado ninguna enfermedad grave hasta la fecha, se puede resolver el sacrificio de los animales que no puedan ir a otros destinos.