«La desescalada que se hizo tras la primera ola de la pandemia para tratar de salvar la economía durante el verano se hizo de forma muy rápida». Es una de las conclusiones que comparten los sanitarios murcianos ante el agravamiento, ahora, de la crisis sanitaria en la Región de Murcia.

Pascual Piñera Salmerón, jefe del Servicio de Urgencias en el Hospital Reina Sofía de Murcia, señala que se trató de «forzar la máquina» para tratar de que la sociedad pasase lo más rápido posible a la 'nueva normalidad'. Además, Piñera afirma que en la primera ola la Región estuvo «muy poco afectada» a diferencia de los momentos actuales.

Ahora, con más recursos materiales y humanos en los hospitales, así como con un mayor conocimiento del virus, el sanitario explica que, aunque la medida del cierre del sector hostelero es buena para reducir la interacción social y los contagios, podría ser contraproducente ante las posibles reuniones privadas en casas entre familiares y amigos: «Es cuestión de concienciación individual. Es el momento de ser responsables y solidarios», pide.

Por su parte, Enrique Bernal, coordinador de la covid del Reina Sofía, apunta a que las diferencias entre una ola y otra en cuanto al perfil del paciente están, sobre todo, en la edad: «En la primera ola, los pacientes ingresados eran mayores, de 65 años de media; pero en esta segunda ola, la edad media, al principio, era de 40-45 años, y con el paso de las semanas, se ha incrementado hasta los 55-65 años». El reto es, según Bernal, reducir la presión hospitalaria para que el personal pueda seguir atendiendo a los pacientes.