Según la información generada con los datos medidos por la Red de Vigilancia, dependiente de la Dirección General de Medio Ambiente

Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, el nivel de calidad del aire en toda la Región de Murcia es, al menos, 'malo', alcanzando niveles de 'muy malo' en Cartagena y el Valle de Escombreras, según la interpretación de los parámetros disponible en la plataforma online.

Los municipios que entran en el nivel rojo de alerta pero son los menos afectados de la comunidad son Lorca y Caravaca que arrojan un índice de 68 y 66 en cuanto a partículas PM10 se refiere. Murcia se situaría en un punto intermedio al haberse registrado valores diferenciados entre los 58 y los 85 de sus diferentes estaciones, aunque ambas entran dentro del nivel rojo de alerta, y es en la Aljorra y el Valle de Escombreras, además de en el centro de Cartagena, donde se registran los peores valores, que oscilan desde los 99 en el caso del litoral del Mar Menor a los 139 de Escombreras, un valor interpretado como 'muy malo' por el centro.

La polución y el aumento del ictus podrían estar relacionados

Investigadores del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) han descubierto que los niveles elevados de contaminación atmosférica por partículas PM10 están asociados a un mayor riesgo de ictus isquémico, hemorragias graves y mortalidad por cualquier causa en pacientes con fibrilación auricular, que es la arritmia cardíaca más frecuente.

La revista 'Mayo Clinic Proceedings', publicación de alto impacto que edita la Clínica Mayo de Estados Unidos, ha publicado este martes el estudio, realizado por los investigadores de los grupos de Hematología y Oncología Médica Clínico-Experimental Vanessa Roldán y Vicente Vicente, y de Cardiología Clínica y Experimental José Miguel Rivera y Francisco Marín.

La muestra está compuesta por 1.361 pacientes con fibrilación auricular, pertenecientes a las áreas VI y VII del Servicio Murciano de Salud y en tratamiento con anticoagulantes orales antagonistas de la vitamina K (como el conocido Sintrom), a los que se le hizo un seguimiento durante casi 10 años.

Los datos climatológicos los obtuvieron de los registros de las estaciones disponibles en la web de la Agencia de Calidad del Aire.