La crisis de la covid sigue dejando el sabor más amargo en las familias murcianas que no llegan a fin de mes. Las colas de gente que se suman a la recogida de alimentos crecen sin cesar, mientras que las donaciones no aumentan al mismo ritmo. Desde el inicio de la pandemia, el volumen de personas que buscan ayuda en los banco de alimentos de Murcia y Cartagena se han duplicado respecto al año 2019, de 30.000 a cerca de los 60.000 actuales, según los datos que maneja esta entidad. Ya son 29.914 personas de la Región de Murcia las que se han visto afectadas por el virus desde el inicio de la pandemia, pero el porcentaje de los relacionados por las consecuencias de la crisis socioeconómica se agrava conforme bajan las estanterías.

A través de 180 entidades benéficas, el Banco de Alimentos del Segura reparte sus alimentos a los máximos puntos posibles de Murcia. Durante el mes de marzo hasta finales de junio, la organización contó con hasta 850.000 kilos de alimentos. «Esos momentos fueron muy buenos porque nos ayudó a poder repartir casi unos 10.000 kilos diarios. Pero, claro, ya pasó la pandemia y la cosa aflojó», especifica José María Gavilán, director del Banco de Alimentos.

Desde el inicio de esta crisis, los distintos consistorios de la Región han solicitado mayores cantidades de alimentos porque se han visto desbordados con las colas de gente diarias. «Los Ayuntamientos empezaron a pedirnos más alimentos, incluso algunos que nunca nos habían pedido, porque tienen unas colas de gente a la que abastecer», explica José López Cerdán, secretario del Banco de Alimentos del Segura.

Las nuevas personas que forman estas colas son mayormente las afectadas por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o que no reciben ninguna ayuda pública.

«El ERTE les ha venido muy por encima a muchas personas y han acabado perdido sus empleos», añade el secretario del Banco de Alimentos, una asociación que el viernes pasado recibía la visita de la reina emérita. Doña Sofía elogió la labor de los voluntarios (muchos de ellos, jubilados que dedican su tiempo a ayudar a los demás) y se reunió con una quincena de ellos.

Apuntan fuentes de distintas organizaciones humanitarias que los demandantes de ayuda no solo son personas que no cuentan con ningún ingreso, como podría pasar hace unos años o incluso unos meses: se da la circunstancia de que hay murcianos que, aunque cuentan con un puesto de trabajo, a veces fijo, y un techo, no llegan a fin de mes.

Desde Jesús Abandonado indican que hay quien ha de escoger entre pagar el alquiler (o la hipoteca, en su defecto) y llenar una cesta de la compra. Estas personas se ven abocadas a algo que nunca habrían imaginado, antes de la pandemia: recurrir a un comedor social.

En este sentido, el director de Jesús Abandonado de Murcia, Daniel López, afirma haber notado un importante aumento en las colas del comedor de gente que, hasta el momento, no había tenido la necesidad de ir. «Ha aparecido un nuevo perfil. Son personas con domicilio, vecinos de la ciudad de Murcia, que eso sí que no teníamos antes de la pandemia», remarca.

Desde esta organización notan el crecimiento, pero aseguran que, gracias a sus colaboradores, están pudiendo hacer frente al incremento y auxiliar todos aquellos que esperan a sus puertas. «Nuestros colaboradores la verdad que son incondicionales. Tenemos suerte porque son gente muy generosa», dice López.

Cáritas Diocesana, por su parte, ha realizado una encuesta entre los hogares que atiende en toda la Región para ver cómo les ha impactado esta crisis del coronavirus. Más de la mitad (51,2%) indica que no pueden cubrir los gastos que tienen de suministros del hogar (facturas de luz, agua, gas, internet), y un 49% afirma que no pudieron pagar el precio del alquiler, realquiler o de su hipoteca.

Un 19% se ha tenido que mudar o se está planteando mudarse debido a la incapacidad para hacer frente a los pagos que van aparejados a su actual domicilio. Hasta un 13% ha recibido una amenaza de expulsión de su casa, por tener recibos pendientes.

Iniciativas que se merecen una estrella

Tras la buena acogida del programa Apadrina una calle, donde cinco empresas murcianas han puesto su nombre en las estanterías de la organización, nace el nuevo proyecto: Pon tu Estrella en el Banco de Alimentos, donde unas 20 entidades tendrán la oportunidad de formar el nuevo paseo de Hollywood del Banco de Alimentos del Segura.

«Esperemos que sea un éxito por parte de las empresas y nos ayuden en estos momentos», declara José María Gavilán, director de la entidad en Murcia.

Su precio es de 1.500€ anuales, que irá destinado tanto a los gastos internos como a la compra de más alimentos. La propuesta de grandes iniciativas como esta lleva a la organización a la búsqueda sin descanso de ayudas para seguir adelante.

«Estamos con una necesidad impiedosa de alimentos para poder repartir a las personas necesitadas», manifiesta José María Gavilán.

«El proyecto nace como una forma de conseguir financiación para poder seguir realizando nuestra labor respondiendo a la demanda de alimentos de todas las personas necesitas de la Región de Murcia, las cuales, debido a la cruda situación económica en la que nos encontramos, no deja de aumentar», anunciaba la entidad el pasado mes de septiembre.