Proteger a los pacientes frente al coronavirus es fundamental, pero igual de importante es proteger a los profesionales que les atienden. Por ello, los hospitales murcianos siguen unos protocolos muy estrictos, marcados por el Ministerio de Sanidad, para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas y ningún paciente entra al quirófano sin haberse sometido a una prueba PCR para descartar o confirmar el contagio.

En este caso, la saturación de los laboratorios para analizar las muestras no es una excusa, como está ocurriendo en otras provincias, donde el colapso de las pruebas PCR ha llevado al Hospital General de Alicante, por ejemplo, a exigir esta prueba sólo para las operaciones de más de dos horas de duración. Una situación que ha sido denunciada tanto por los propios profesionales que se exponen al contagio como por los sindicatos del sector.

Profesionales del hospital de referencia de la Región, el Virgen de la Arrixaca de El Palmar, confirman que la PCR se hace a todos los pacientes quirúrgicos, incluidos los de CMA (cirugía mayor ambulatoria), «e incluso a aquellos a los que se les pide una prueba diagnóstica que requiere sedación».

Desde el Hospital Santa Lucía de indican que «se sigue el protocolo regional con prueba obligatoria para todas las intervenciones que se realizan» en el complejo hospitalario de Cartagena. Actualmente se encuentran operando la actividad normal de estas fechas, no sólo las intervenciones de urgencia o las prioridades 1, ya que se quiere 'desatascar' la lista de espera que se generó con el confinamiento.

La jefa del Servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital Reina Sofía de Murcia, Rebeca González, explica a LA OPINIÓN que la prueba PCR es obligatoria para todos los pacientes que van a pasar por quirófano, ya sean urgentes o programados. En el caso de las operaciones programadas, la muestra se toma entre 48 y 72 horas antes de la operación, además de someterles a una encuesta epidemiológica 14 días antes de la operación, 7 días antes y en las 24 horas previas. En ella se les pregunta por los contactos que han tenido, si han estado en alguna situación de riesgo o si han tenido fiebre o cualquier otro síntoma covid.

En el caso de que el resultado de la prueba PCR sea positivo se evalúa si la operación es demorable o no. Si lo es, se aplaza como ocurre con cualquier otro proceso infeccioso, mientras que si resulta urgente se interviene tomando todas las medidas de seguridad en un quirófano independiente y con los trajes EPI.

González apunta a que desde el hospital también se pide al paciente que guarde aislamiento domiciliario en los días previos a la operación para que evite explonerse a un posible contagio. «Lo cierto es que estamos trabajando con mucha seguridad y así se protege a los pacientes y al propio equipo quirúrgico».

La jefa del Servicio de Anestesia del Reina Sofía indica que un caso positivo en quirófano puede llegar a contagiar a 20 profesionales, por lo que toda precaución es poca.

Estas mismas medidas se toman también en los centros privados. La Unión Murciana de Hospitales asegura que la prueba PCR es obligatoria para todo paciente que va a ser intervenido, ya sea cirugía mayor o menor. «Toda intervención, desde una cadera a un lunar, requiere la confirmación» de que se es negativo en covid.