«El confinamiento llegó como un tsunami y también las medidas del Gobierno, a base de decretos que se sucedían rápidamente y no siempre en la dirección adecuada». Son palabras del presidente de los promotores inmobiliarios de la Región de Murcia (APIRM), José Ramón Blázquez (1968).

¿Cómo han vivido y están viviendo los promotores inmobiliarios de la Región el estado de alarma y la nueva normalidad?

El confinamiento llegó como un tsunami y también las medidas del Gobierno, a base de decretos que se sucedían rápidamente y no siempre en la dirección adecuada. Fue un periodo de gran preocupación ante una situación que no podíamos imaginar. La siguiente fase fue la de reaccionar e intentar mejorar la situación de cada una de las empresas. Nos pusimos a trabajar con las distintas administraciones en la resolución y avance de expedientes. La desescalada nos permitió cerrar operaciones: ha dado tranquilidad al sector, que ha visto que se continúa trabajando con relativa normalidad. El comportamiento de las empresas promotoras ha sido ejemplar. Se ha trabajado con gran responsabilidad, cumpliendo en todo momento las medidas sanitarias y generando confianza en el sector. Sin embargo, vemos con preocupación las medidas económicas que se están tomando desde el Gobierno, al tiempo que echamos en falta medidas que ayuden a las empresas a sortear esta situación.

¿Se han cambiado o modificado los conceptos de vivienda con el confinamiento?

Sí. Los ciudadanos han pasado mucho tiempo en sus casas y se han parado a pensar: qué les gusta de sus viviendas, qué echan en falta... A la hora de buscar vivienda, han pasado a tener más importancia características como la luz; las terrazas y las zonas ajardinadas; la amplitud o los espacios multiusos. Muchos han aprovechado el tiempo para buscar viviendas por Internet . Otros han decidido hacer reformas en sus casas. También ha cambiado el concepto del trabajo, a distancia, lo que ha hecho que las búsquedas se hayan dirigido hacia viviendas más grandes y con más espacio, aunque estén más alejadas. Se ha valorado más la vivienda a raíz de esta crisis.

¿Considera que el sector ha entrado en una nueva crisis?

Podemos decir que el mundo entero ha entrado en una nueva crisis, y que el sector promotor puede escaparse si se hacen los deberes bien, sobre todo desde la administración. Al reanudarse la actividad se ha comprobado que los compromisos se mantienen y que las viviendas se continúan vendiendo. Por ello, el precio de la obra nueva se está manteniendo y no se ha producido el efecto apocalíptico que algunos pronosticaron al principio. El primer dato a tener en cuenta es que la oferta es escasa, faltan viviendas. Además, la situación financiera de las empresas es muy sólida. Tanto empresas como hogares están mucho menos endeudados que en 2008 y el grado de profesionalización de las empresas es muy superior. El sector está preparado para enfrentarse a esta situación.

¿Y el poder adquisitivo?

Dependiendo de la profundidad de esta crisis y el tiempo que dure, el poder adquisitivo de muchas familias se va a ver afectado, al igual que la decisión de compra de vivienda. Pero también es cierto que hay una demanda de vivienda latente. Si somos capaces de conseguir que el Estado garantice el pago de la entrada, y por tanto que la banca pueda financiar la totalidad del pago de la vivienda, utilizando los avales del ICO, una gran cantidad de compradores entrarían en el mercado. Desde la Asociación de Promotores a nivel nacional se está pidiendo a la administración que adopte esta medida. Una medida que supondría al menos 350.000 nuevos compradores de vivienda entraran al mercado y potenciaría enormemente el sector inmobiliario. Tampoco podemos olvidar el papel que va a jugar en esta situación nuestro eterno socio, la banca. En estos momentos en las decisiones de financiación está primando la cautela y las operaciones se están estudiando de forma individual, lo que por supuesto va a retrasar el inicio de las nuevas inversiones.

Recientemente presentó la Comunidad el nuevo decreto de vivienda protegida. ¿Qué opinión tiene al respecto?

La vivienda protegida es una figura que tradicionalmente ha tenido mucha importancia en la promoción de viviendas en nuestra Región. En estos momentos se está utilizando muy poco porque desgraciadamente no existen ayudas y las ventajas de este tipo de promociones con respecto a las de vivienda libre son pocas. Es fundamental trabajar la normativa que afecta a la VPO y hacerla mas sencilla, ágil y flexible.

¿Cuáles son las principales reivindicaciones del sector?

Son fundamentales las medidas que apoyan la demanda, y me refiero principalmente a la garantía del Estado al pago de la entrada mediante avales del ICO en la adquisición de la primera vivienda. Es importante mejorar el funcionamiento de la administración pública, las licencias, las tramitaciones ambientales… Tenemos que incorporar la declaración responsable en todos los supuestos en que sea posible. Supondría un gran avance. Es importante revisar la Ley del Suelo y hacer el urbanismo más sencillo, ágil y flexible, porque está claro que el modelo actual es muy rígido y no se adapta a la evolución de las necesidades y demandas de la sociedad, mucho mas rápida. Es fundamental flexibilizar los usos y hacer mas sencillas las modificaciones de planeamiento, trabajar en los procedimientos de las distintas administraciones, avanzar en la administración electrónica y la información de los expedientes.