­José Damián Pérez de las Bacas, presidente del Colegio Profesional de Gestores Administrativos de la Región de Murcia, pone en valor la importante labor realizada por su colectivo desde que se decretara el Estado de Alarma en nuestro país el pasado mes de marzo.

Resuma la situación actual. ¿A qué se han enfrentado los gestores administrativos en esta crisis sanitaria?

Pues a nivel laboral nuestros Despachos se han enfrentado al mayor desafío de tramitación administrativa de los últimos veinticinco años y todo ello debido a la puesta en práctica de una normativa estatal farragosa, improvisada y llena de rectificaciones con un mecanismo gestionado pesimamente, donde lo habitual ha sido cambiar continuamente lo establecido el día o la hora anterior.

El fuerte carácter de nuestro colectivo, la solidaridad corporativa y la formación continuada que desde nuestro Colegio damos, es lo que nos ha permitido salir de esta situación y sacar a nuestros clientes de la misma poco a poco.

¿Qué opinión le merece nuestra Administración Provincial de Trabajo?

Al igual que este artículo se titula ‘Un aplauso por los Gestores Administrativos’, lo mismo digo del personal del SEPE murciano y de su director José Antonio, porque se vieron abocados a un brutal escenario de trabajo sin suficiente personal, e hicieron algo más allá del deber. Yo comparo al personal sanitario con los funcionarios del SEPE o los gestores administrativos, en el sentido en que nos ha desbordado no solamente el trabajo -cosa a la que estamos acostumbrados en ciertas épocas del año-, sino la pésima organización administrativa que han supuesto los ERTES, un auténtico caos administrativo.

Una anécdota: al principio del mes de Abril llamé al SEPE de Murcia, me respondió un contestador automático invitándome a llamar a dos teléfonos 900, cosa que hice. ¿Respuesta? Este teléfono no existe, y esas líneas son gestionadas desde Madrid, no desde Murcia, imagino que ese caos que menciono llegó a todas las instancias administrativas de nuestro país.

¿Cuáles han sido las iniciativas más importantes tomadas por su colectivo en este tiempo?

Fuimos el primer colectivo en pedir a través del hashtag STOP CALENDARIO FISCAL, la paralización del pago y presentación de las obligaciones fiscales y laborales, nos hicieron caso en lo primero, en lo segundo no, otro error por parte de la Administración, e indignante el hecho de sacar la medida en el Consejo de Ministros del día 14 sabiendo que el último día para domiciliar era el 15, ¿no hubiera sido más sencillo haberlo publicado una semana antes? Lo mismo podríamos decir del hecho de obligar al pago de las cotizaciones sociales y autónomos de empresas cerradas.

Quizás los ciudadanos no sepan que al igual que el personal sanitario, nosotros también hemos puesto en peligro nuestra salud, en primer lugar por haber seguido trabajando por considerarnos sector esencial, y también porque para presentar los impuestos trimestrales de nuestros clientes tuvimos que contabilizar facturas que en los sectores rurales donde las palabras teletrabajo u ordenadores de quinta generación no son habituales. Las facturas se traen en bolsas de plástico, teniendo que proceder a su posible descontaminación de dos a cinco días y teniendo que utilizar todo tipo de recursos domésticos para poder manipular ese papel.

El problema es ser consciente de una realidad muy diferente en nuestro país, esa realidad se vive en la calle y se trabaja en los despachos, como nuestro colectivo, la realidad no se vive en los despachos de la Administración, por eso es fundamental que cuenten con nosotros y nos incorporen como pieza fundamental de colaboración para una mejor atención al ciudadano, destinatario final de nuestro trabajo.

¿Cómo valora las medidas adoptadas por el Gobierno?

Insuficientes, improvisadas y algunas a destiempo. No entiendo que una entidad bancaria le pida a un cliente de mi despacho la baja en RETA para pedir la moratoria de la hipoteca de su taller, sabiendo que si se da de baja no tiene derecho a pedir la ayuda de cese de actividad.

Igualmente, sin entrar en consideraciones políticas, las ayudas deben de darse a los colectivos más vulnerables. ¿Y quién no entra en esa calificación? Los autónomos somos, además de trabajadores, trabajadores que damos trabajo a otros trabajadores, no lo olviden. Esa liquidez no está llegando, así operaciones firmadas a principio de abril no están abonadas en cuenta todavía. Igualmente estamos en total desacuerdo con el hecho de que las empresas cerradas estén pagando los autónomos o las cargas sociales estando cerradas. Mire, casi todas las empresas de nuestro país tenían balances positivos hasta el día catorce de marzo.

En cuanto a la desescalada, debemos recordar al gobierno que las pymes y autónomos sin actividad van a requerir ciertas inversiones para reactivar sus empresas, como por ejemplo epis de protección, aumento de labores de desinfección, separadores entre sus trabajadores, etc. No se trata de reabrir la persiana y ya está. Me quedo con una frase en esta nueva etapa mundial, nuestro lujo no es el dinero, sino el tiempo.