No habrá un aprobado general para todos los alumnos pero la promoción de curso de los estudiantes deberá ser la norma general que impere en los centros educativos de la Región y de toda España. El Ministerio de Educación reunió ayer a las consejerías del ramo en la Conferencia Sectorial de Educación para definir el fin del curso escolar.

Los equipos docentes de los colegios e institutos deberán tener presente que la repetición de curso tiene que ser algo «muy excepcional», como apuntó ayer la ministra Isabel Celaá, y todo se regirá por la evaluación continua de los dos primeros trimestres del curso escolar. En la práctica, los docentes solo podrán examinar los contenidos impartidos durante la primera y segunda evaluación, es decir, aquellos aprendizajes enseñados durante las clases presenciales antes de que se decretase la suspensión de estas y el cierre de los centros escolares. La ministra apuntó que no habrá como tal un aprobado general sino que se apostará por una promoción de curso, aunque no aclaró con cuántos suspensos un alumno puede o no repetir.

La tercera evaluación adquiere ahora un carácter compensatorio y «nunca negativo para el alumno», remarcó Celaá, ya que se podrá seguir avanzando en el contenido en función de lo que dictamine cada centro. Pero el aprendizaje de nuevas materias solo servirá para mejorar la calificación de los alumnos o convertir en un aprobado los suspensos que los estudiantes puedan arrastrar de los dos primeros trimestres del curso. Queda por ver de qué forma se podrán evaluar estos nuevos contenidos pero la consejera de Educación de Murcia, Esperanza Moreno, apuntó ayer que se deberán tener en cuenta de «una forma diagnóstica».

«La titulación debe ser la práctica habitual para aquellos alumnos que finalicen 4º de ESO o 2º de Bachillerato y FP. Una decisión que, en todo caso, será tomada por el claustro de profesores en su conjunto», remarcó el ministerio de Educación.

Isabel Celaá sí indicó que las materias importantes que se queden sin impartir este año podrán «englobarse en el curso 2020/2021», es decir, se adaptará el currículo y se organizarán planes de recuperación. Sin embargo, no prolongará el actual curso a julio y como tal terminará en junio, aunque habrá clases de refuerzo voluntarias en los centros en julio que podrán ser impartidas por quienes las administraciones regionales consideren oportuno, y entre ellos podrán ser voluntarios u ONG. El enfoque de estas clases se orienta más bien hacia actividades más lúdicas.

La vuelta a las aulas este curso se estudia como una opción remota y dependerá de la evolución de la pandemia y de los criterios que establezca el Ministerio de Sanidad. La ministra Celaá si mostró su deseo de que haya una reapertura de los centros «al menos de quince días».

Los docentes piden reducir las ratios de estudiantes por aula para prevenir contagios

Sindicatos docentes, asociaciones de padres y madres de alumnos celebran que los contenidos educativos trabajados desde casa de manera telemática por el cierre de colegios e institutos como consecuencia de la pandemia por coronavirus no cuenten para la evaluación, ya que subrayan que muchos alumnos no pueden continuar el curso en casa por falta de recursos. Que el curso finalmente no se alargue hasta julio es otro medida celebrada por todos los representantes.

Desde ANPE Murcia pidieron ayer abrir el debate sobre reducir o no la ratio de alumnos por aula de cara al próximo curso como medida de prevención para evitar contagios por coronavirus. «El mundo educativo se tiene que adaptar a las nuevas circunstancias que está marcando la pandemia», señalaba ayer el presidente del sindicato en Murcia, Clemente Hernández. En la actualidad, la ratio es de 25 alumnos por clase en Infantil y Primaria, 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato. Desde ANPE piden confianza en el profesorado para acabar el curso y aplauden también la promoción del alumno como norma general: «No es tan grave que quede una asignatura pendiente dadas las circunstancias, el objetivo es formar a los alumnos».

Desde Comisiones Obreras celebran que la repetición de curso sea contemplada como una medida extraordinaria, «en una situación excepcional, respetándose en cualquier caso la autonomía y la libertad en el ejercicio de la profesión docente». El Sindicato de Estudiantes añadió ayer que «lo más justo es que la nota media se haga con las dos primeras evaluaciones, que son los contenidos que sí hemos cursado porque las clases online no son ninguna solución».