Las consejerías de Salud y Política Social han elaborado un protocolo de visitas y acompañantes para los casos de residencias de mayores, un documento con el que se quiere permitir que las familias se puedan despedir de las personas que se encuentran al final de su vida en estos centros. Así lo anunció ayer el consejero de Salud, Manuel Villegas, durante su comparecencia ante los medios de comunicación, en la que explicó que se trata de una «medida humana».

Este protocolo de visitas «tiene como objetivo favorecer la visita presencial a las personas que están en el último momento de sus vidas» y para ello se tomarán las «medidas necesarias de protección del familiar, se establecen los tiempos de estancia y se debe firmar un compromiso informado» para poder entrar despedirse de sus mayores, asegura el consejero.

Precisamente, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y la Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos recomiendan, en contextos como el actual, la obligación ética de evitar que ninguna persona muera sola, así como permitir y facilitar las despedidas. Es este acompañamiento en la fase final de la vida el que facilita la gestión del duelo familiar y «debemos hacer lo posible por dignificar y humanizar el proceso de morir», indica el texto.

Medidas estrictas

Sin embargo, no se debe obviar la situación de emergencia sanitaria en la que nos encontramos y por ello se contemplan medidas muy estrictas de seguridad para estas visitas. Las residencias sólo dejaran que acceda un familiar por residente siempre que el responsable médico lo autorice y la estancia en la habitación no deberá superar los 15 minutos. Además de dirigirse a su ser querido verbalmente, el familiar podrá tocar «exclusivamente» su mano, que habrá sido lavada con solución hidroalcohólica y llevará guante.

En el momento en el que acabe la despedida y abandone la habitación el familiar deberá entrelazar las manos y no tocarse otras partes del cuerpo hasta que no se desprenda de los guantes siguiendo las instrucciones.

Salud ha establecido que si en algún momento se rompe el protocolo marcado, el acompañante será considerado persona con contacto de riesgo y deberá guardar cuarentena de 15 días en su domicilio. Fuentes sanitarias confirman a LA OPINIÓN que este mismo protocolo de despedida de un ser querido que ahora se pone en marcha en las residencias se extenderá en breve también a los hospitales.

La Consejería de Salud ha tomado el control de las cuatro residencias de mayores de la Región en las que se han detectado focos de coronavirus y en las que se han contabilizado 248 residentes infectados, así como 82 trabajadores. Además, 53 de estos mayores han fallecido como consecuencia de la enfermedad.

El consejero Manuel Villegas recordaba ayer que «se cumple un mes de resistencia y solidaridad, un mes de proteger a nuestras familias y a nuestros mayores» y pide a la población que siga siendo responsable y guarde las medidas de confinamiento e higiene.

Por otra parte, la Consejería de Salud ha rechazado la petición del Colegio Oficial de Farmacéuticos para vender test de inmunidad en las farmacias porque «no tiene ningún valor» al no ser analizado por un profesional sanitario y generaría «incertidumbre» en el usuario.