Todos los municipios de la Región, excepto Yecla y Jumilla, se abastecen de los recursos de la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT) que, hasta este año, han procedido en su mayoría del Trasvase Tajo-Segura. Pero el cambio climático, que hace impredecible los caudales que se puedan enviar desde los pantanos de esa cuenca, ha llevado a este organismo que depende del Ministerio para la Transición Ecológica a mirar hacia otros recursos para evitar problemas en el suministro de agua: la desalación.

La Mancomunidad da de beber a unos 3 millones de personas (de 80 municipios de la Región, sur de Alicante y de Albacete) y el organismo calcula que este 2020 el consumo se elevará hasta los 205,9 hectómetros cúbicos (hm3), lo que supone un incremento del 4,5% respecto a los 196,6 hm3 consumidos en el año hidrológico anterior.

El ejercicio pasado, la principal fuente de abastecimiento, en un 44% de esos caudales, procedieron del Trasvase Tajo-Segura, mientras que el río Taibilla aportó un 24% y las plantas desaladoras de la MCT y de Acuamed proporcionaron un 31% del agua consumida, además de un 1% obtenido de recursos extraordinarios.

Para este año, las cifras de la desalación pueden casi equipararse a los recursos obtenidos del acueducto, ya que el organismo calcula que incrementará el uso del agua desalada hasta el 40 por ciento.

Para ello, la Mancomunidad tiene previsto aumentar el número de municipios a los que se les suministra agua procedente tanto de las desaladoras de su propiedad (San Pedro I y II y Alicante I y II) como de las plantas de Acuamed con las que mantiene un acuerdo de explotación: las desaladoras de Águilas, Torrevieja (Alicante) y Valdelentisco.

En concreto, los habitantes del área de Cieza, del Valle del Guadalentín (Totana, Alhama) y de los municipios de la Vega Baja alicantina podrían disponer de aportaciones de agua desalada una vez se desarrollen los proyectos que tiene en cartera este organismo.

«Pretendemos garantizar la seguridad hídrica de la población, dotando al sistema de explotación de la Mancomunidad de mayor independencia frente a la escasez o disminución de otras fuentes de recursos», en palabras de la presidenta de la MCT, Francisca Baraza.

Pese a que los recursos procedentes de la desalación son bastante más caros que los del Trasvase, por ejemplo, (15 céntimos/ metros cúbico del agua si proceden del Trasvase y hasta 60 céntimos/m3 de las desaladoras), el organismo no va a incrementar el precio de la tarifa que pagan los ayuntamientos.

«Las previsiones de necesidades hídricas las realizamos siempre con un margen al alza para anticiparnos a posibles incrementos de demanda y evitar así problemas de abastecimiento en las épocas de mayor afluencia poblacional, como son los meses de verano», explica la presidenta, que añade que «ese posible aumento en los recursos necesarios para el abastecimiento no repercutirá en una subida de la tarifa durante el próximo año, que se mantendrá estable».

El incremento de estos costes se compensará con la reducción de las amortizaciones y costes fijos de funcionamiento.