El chef cartagenero Felipe Antonio Díaz Zamora ha sido asesinado en la localidad mexicana de Tijuana. Según confirma Fiscalía General del Estado de Baja California, el cuerpo sin vida del cocinero fue encontrado en torno a las siete de la tarde con tres heridas de bala por la espalda, una de ellas en el cráneo, que le mataron en el acto. La viuda del español, no obstante, hablaba hasta seis balazos.

El cuerpo de Felipe Antonio se encontraba entre una valla y un coche quemado delante de la casa a la que pensaba mudarse junto a su mujer y sus cuatro hijos. "Tenemos una baja probabilidad de que se trate de un asalto. Puede ser algo personal, pero no consideramos que sea contra su gremio o una nacionalidad específica, por tratarse de una persona de nacionalidad española", aseguró el fiscal especial de Delitos Contra la Vida del Estado de Baja California, Enrique Javier Sánchez Serrano.

El siguiente paso será recuperar toda la información necesaria tanto de la escena del crimen como de la vida pública y privada del chef para analizarla, especialmente la de una serie de cámaras cercanas al lugar del crimen. Aunque todas las hipótesis apuntan a algún tipo de ajuste de cuentas de carácter personal, la mujer de la víctima, Ariadna Martínez, insiste en que no sabe nada. "Realmente estoy en desconocimiento de por qué", reitera la mujer, que está pensando en pedir a las autoridades mexicanas protección para ella y para sus hijos. "Ahorita a lo mejor sí lo hago, porque hay muchas cosas que en mi mente no logro asimilar", manifiesta la mujer, cuyos hijos tienen 13, 11, 9 y 7 años.

Felipe Antonio Díaz se mudó nueve años atrás al país latinoamericano después de contraer matrimonio con su mujer en España, ambos deseosos de abrir un restaurante en México. Tenían una vida tranquila junto a sus cuatro hijos, de entre 13 y 7 años y el momento del ataque se encontraba trabajando para un bar llamado Vámonos de Tapas, restaurante encargado de dar la noticia públicamente.

Además de ser cocinero, Felipe Antonio Díaz "hacía pesca submarina, era surfero, era un hombre muy aventurero y muy deportista. Era un hombre muy dedicado a nosotros, muy trabajador", recuerda su viuda. Lo que pasa es que en México "a la vuelta de la esquina matan a cualquiera, lo asaltan", lo cual «es muy triste para nosotros». «Me siento triste por nuestro México, por la inseguridad que estamos viviendo", asevera la mujer, al tiempo que reitera: "pido a los medios que luchen por nuestro México. No es justo lo que estamos pasando".

Díaz recibirá sepultura este sábado, en el cementerio de Santa Gema, en Tijuana, tras una misa en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de la ciudad.