No son famosos a los que persigan los paparazzis. No son futbolistas, ni actores, ni bloggers. Pero sí son referentes de nuestros niños. Los docentes, independientemente de la etapa educativa en la que desarrollen su labor profesional, son un pilar básico para miles de estudiantes en nuestra Región y, ayer, se convirtieron de nuevo en alumnos para renovar sus conocimientos y aprender las técnicas educativas más novedosas, con el objetivo de crear la escuela del siglo XXI, con los pequeños como centro de la educación.

Los máximos exponentes en el sector se dieron cita en la tercera edición de Innovaedum, las jornadas destinadas al profesorado organizado por el Centro de Profesores y Recursos de la Región y Direcmur, un evento en el que diario LA OPINIÓN es el medio oficial y que abarrotó de docentes el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia.

Más de 800 docentes llenaron los asientos del anfiteatro, donde no cabía un alfiler. Bolígrafo en mano y cargados de ganas por descubrir qué les depararán las nuevas corrientes educativas, apuntaron cada frase, cada enseñanza, en una vuelta a las aulas, en el rol de alumnos, por un día. En realidad, los numerosos cursos que realizan cada año no les dan tiempo a dejar de formarse. Además, para muchos, este año hay una cita clave: las oposiciones de maestros que tendrán lugar en unos meses. «Me presento por segunda vez y creo que esta jornada nos ayuda a prepararnos para nuestro futuro trabajo mucho más que ocho horas de estudio», comenta una joven.

El nuevo modelo de escuela invita a derribar muros, a abandonar la clase magistral en la que el profesor explica frente a un puñado de jóvenes, sentados tomando nota de las explicaciones, y apuesta por salir al mundo real, vivir el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera activa por parte de los estudiantes. Un nuevo modelo educativo que los maestros y profesores deben aprender a 'usar' practicándolo en primera persona, tal y como explicaba durante su intervención Fernando Trujillo, que está considerado el padre del Aprendizaje Basado en Tareas y Proyectos (ABP). La ponencia de Trujillo estuvo muy en sintonía con lo que habían tratado con anterioridad la especialista en Inteligencia Emocional, Mar Romera, quien incluso puso a los asistentes a bailar con música de Alejandro Sanz, y el consultor Xavier Aragay.

Todos habían venido a Murcia a hablar sobre innovación y, para ello, Aragay invitó a los profesores a ser «audaces» y a «inspirarse» en el trabajo de los demás porque «hay cientos de proyectos pero no hay un modelo que copiar». En esta línea se expresó Trujillo, quien apuesta por la difusión de las experiencias «como parte de la profesionalidad docente», compartiendo el trabajo entre compañeros y con el entorno.

Esa innovación de la que todos hablaban ayer es real. Ya se puede ver en muchos centros educativos de la Región de Murcia y, algunos de ellos, mostraron sus experiencias en el marco de esta jornada al resto de participantes. Un scape room que convierte a los niños en detectives, un motivador sistema para animar a los pequeños a abandonar la vida sedentaria, un proyecto para que los niños de Educación Infantil descubran los peligros de la deforestación o una iniciativa para que sean jueces de paz en su propio centro, son algunos de los casos que se mostraron en la jornada de ayer.

Ejemplos de que se puede hacer una escuela diferente, en la que el niño es el protagonista activo de su propio aprendizaje, con la colaboración de todos. Así, la docencia en la Región se sitúa ya a la vanguardia, generando «oportunidades de mostrar el talento que hay en los centros». Porque nadie deja nunca de aprender. Ni siquiera el maestro.