No tienen el trabajo más vistoso: ni se encargan directamente de desactivar explosivos ni pilotan el helicóptero ni sacan a los perros guía en busca de un desaparecido en el monte. No dan la cara ante los medios de comunicación día a día ni son jaleados como héroes. Pero son el pegamento que une todo, los encargados de coordinar y de pensar, en apenas segundos, qué hacer ante una emergencia. Y así 24 horas.

En la primera planta de la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia se ubica el denominado Centro Operativo Complejo, integrado por tres unidades. La primera es el Centro Operativo de Servicio (COS). Luego está el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y, por último, el Centro Operativo de Tráfico (COTA).

Se trata del núcleo neurálgico del que depende toda la seguridad ciudadana de la Región, explica el responsable del COS, el brigada Juan Francisco Molina. Los agentes que se sientan delante de los ordenadores (están ahí durante todo el día, haciendo turnos) son «los encargados de, ante cualquier aviso que afecte a seguridad ciudadana, derivar, de manera inmediata, a las unidades que estén de servicio, para atender cualquier incidencia», señala el brigada al respecto.

Incidencias que, recuerda, pueden entrar, vía telefónica, tanto por el 062 (el número de la Benemérita) como por el 112, el Teléfono Único de Emergencias. Es lo más cómun. «Mucha gente desconoce que existe el 062», apunta Molina. El 112, no obstante, deriva al Instituto Armado (y también a la Policía Nacional) todas las emergencias que son de su competencia.

«Aquí entra todo lo que es seguridad ciudadana», comenta Molina, al tiempo que señala uno de los monitores que los agentes del COS no pierden de vista. La mayoría de los sucesos, con diferencia, son robos. Aunque también aparecen bastante episodios de violencia de género y agresiones sexuales. Los guardias civiles los van recibiendo en pantalla y están «en permanente disposición de atender la incidencia y derivar los recursos necesarios», destaca el brigada. «Derivamos a patrullas de servicio que van a hacer la actuación», manifiesta.

«Lo normal es que siempre acudamos Policía Local y nosotros. Luego, vista la incidencia, podemos requerir el apoyo de Bomberos o Guardia Forestal», dice el encargado del COS.

La emergencia no se cierra nada más mandar a agentes al lugar. La Benemérita dispone del Sistema Integral de Gestión Operativa (SIGO), una manera de hacer un seguimiento a cada caso. En una violencia machista, por ejemplo, desde que se denuncia (o se presencia) hasta que se procede al arresto del sospechoso.

El COS existe desde que se creó el Cuerpo. «Al principio estaban las estaciones de radio», rememora Juan Francisco Molina, «luego ya vino el uso del teléfono como tal».

Este departamento es, en la Comandancia, «el corazón a nivel de recepción de novedades», recalca su responsable. Están en permanente contacto con los jefes. Junto al COS, además, hay una sala de crisis, donde, en situaciones muy puntuales (una alerta de meteorología adversa grave, por ejemplo), se reúnen para planificar y coordinar actuaciones. El día a día en el COS implica, admiten quienes lo viven, «tensión», aunque «es muy gratificante», dejan claro sobre su trabajo.

En este sentido, Molina pone el acento en los días «en que atiendes a personas y les solventas el problema», que es cuando reciben «el reconocimiento anónimo de esa misma persona, el que recibes a través de la gente». «Me siento útil, aunque sea a distancia», afirma al respecto.

Los agentes son conscientes de la enorme responsabilidad que tienen y reciben una formación constante: la legislación cambia y las nuevas tecnologías avanzan.

«Intentamos dar el mejor servicio a la ciudadanía y a los compañeros que están en la calle», precisa el responsable de un departamento que recibe al día unas 200 llamadas. En verano, más todavía, «porque se multiplica la población en la costa», especifican en el COS.

También valoran la importancia de la aplicación de telefonía móvil AlertCops, un servicio de alertas de seguridad ciudadanas que permite comunicarse de manera rápida, gratuita y precisa con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La App te localiza por GPS y permite la ubicación exacta del delito e incidencia.

Junto a los responsables del COS se sientan los de Tráfico, afanados en «gestionar y controlar todas las incidencias de las carreteras», explica Ángel Hernández, cabo primero encargado del COTA.

Desde un obstáculo que aparezca en la vía a un accidente grave. Desde allí se coordina qué patrulla (en moto o en coche) ha de acudir a cada incidencia. En un ordenador viene detallado dónde para en cada momento cada pareja de guardias civiles.

Una red de estaciones instaladas a lo largo de la costa española rastrea permanentemente el mar. Aquí, la Benemérita controla los 208 kilómetros de costa que tiene la Región de Murcia tanto con su presencia física como a distancia, valiéndose de la tecnología. Hay cámaras convenientemente repartidas por las playas. En las oficinas del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) las miran todo el rato.

La idea no es solamente detectar cuándo llega una patera, que también, sino que sirven para ver si hay alijos de droga por alta mal o si se ha producido un accidente: un velero ardiendo, por ejemplo. También controlan la pesca irregular.

En el SIVE están en comunicación constante con el Servicio Marítimo.

Hace años, para la puesta en funcionamiento del SIVE en el Cuerpo se implantó un Centro Prototipo en la zona del Estrecho de Gibraltar, compuesto por tres estaciones sensoras transportables.