Patronal y sindicatos han alcanzado un acuerdo en el convenio de la conserva que mantiene el orden de llamamiento e incluye la cláusula de revisión salarial para 2018 y 2019 por encima del 2%. El secretario general de CC OO, Santiago Navarro, explicó que este acuerdo deberá someterse ahora a la aprobación de los trabajadores, aunque destacó que recoge las dos principales reivindicaciones que dieron lugar a la huelga general que paralizó la industria conservera el pasado 28 de junio.

Por otro lado, contempla un incremento salarial del 1,2% para 2017 y del 2% para 2018 y 2019 sobre las tablas salariales del año anterior y con efecto retroactivo a 1 de enero de cada año.

Además, establece una cláusula de revisión salarial de hasta el 2,3% en 2018 y hasta el 2,5% en 2019 en el caso de que el IPC superara los dos puntos.

La industria de la conserva emplea en la Región a unas 8.000 personas, que trabajan sobre todo en las comarcas del Noroeste y Vega Media y en el entorno de Murcia.

La falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo, que es de ámbito nacional, dio lugar a la huelga convocada el pasado 28 de junio en todas las comunidades en las que está implantada esta industria.

Santiago Navarro destacó este martes que el preacuerdo recoge las principales reivindicaciones de los trabajadores que motivaron la convocatoria de huelga, dado que la cláusula de revisión pactada garantiza que no perderán poder adquisitivo aunque los precios suban este año hasta el 2,3% y el próximo, hasta el 2,5%. También destacó el mantenimiento del orden de llamamiento de los fijos discontinuos, que las empresas pretendían cambiar estableciendo llamamientos por secciones para adaptarlos a las necesidades que, según los empresarios, plantea el manejo de maquinaria y de tecnología que exige una preparación específica.

Sin embargo, desde el convenio colectivo de 1995 se viene aplicando un orden de llamamiento por antigüedad, que garantiza el trabajo a los fijos discontinuos que llevan más tiempo en la plantilla.

El secretario general de CC OO señaló que «la gente pensaba que el llamamiento por orden de antigüedad era más importante incluso que la cuestión salarial».