La Guardia Civil de Tráfico ha cazado en lo que va de año a 14 conductores de camiones que circulaban borrachos por la carreteras de la Región. Asimismo, se ha interceptado a 24 chóferes de vehículos pesados que conducían tras haber tomado sustancias estupefacientes, informaron fuentes cercanas.

Ante este panorama, Tráfico tiene previsto poner en marcha dos campañas, ya para el próximo otoño, de control especial a este tipo de conductores.

En la última campaña de control de transporte de mercancías y viajeros (que fue del 28 de febrero al 4 de marzo), Tráfico interceptaba en la Región a tres conductores de vehículos pesados después de haber consumido droga y alcohol. A uno lo pillaron en Cartagena, a otro en Jumilla y al tercero en la Ciudad del Sol.

Además, en lo que va de 2018 se ha pillado a un conductor de autobús que circulaba ebrio y a otros tres que iban drogados, explicaron las mismas fuentes.

Desde el Instituto Armado recuerdan que «el delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, con tasas superiores a 0,60 miligramos/litro, se encuentra recogido en el artículo 379 del Código Penal y puede ser castigado alternativamente con penas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso con privación de derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años». La mayoría de los camioneros pillados en las carreteras de la Región mientras conducían borrachos no pisan la cárcel.

Profesionales del Instituto Armado permanecen vigilantes en las carreteras, con el fin de interceptar a estas personas que no sólo ponen en riesgo su seguridad, sino la del resto de conductores. El compromiso de la V Zona para atajar estas conductas es firme. El proceso que se suele seguir, una vez que la Benemérita caza al conductor temerario, es el del juicio rápido, que suele tener lugar no más de dos días después de producirse el arresto. En la mayoría de los casos, según fuentes jurídicas consultadas, estos conductores salen libres, con una multa y la retirada del carné.

Los pillan en ocasiones en controles rutinarios previamente establecidos. Otras veces, los agentes se percatan de la conducta extraña de algún vehículo. Otras tantas, son el resto de conductores, que se cruzan con el borracho temerario, los que dan la voz de alarma, la mayoría de las ocasiones llamando al teléfono de emergencias 112.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil desarrollará a lo largo del presente verano mil controles de alcohol y drogas, especialmente en el litoral y zonas de ocio; además de 650 controles de velocidad, más orientados a las carreteras convencionales, seguidas de autovías y autopistas.

Un total de 3.800.000 desplazamientos, 150.000 más que el año pasado, se producirán en las carreteras de la Región de Murcia durante la Operación Especial Verano 2018 que la Jefatura Provincial de Tráfico ponía ayer en marcha, y que se prolongará hasta la medianoche del 2 de septiembre.