Síguenos en redes sociales:

Día de la mujer

Maestras de la planificación

Ingenieras, médicos, policías y trabajadoras sociales cuentan su experiencia profesional en una mesa redonda titulada ´La mujer ante las emergencias´, organizada por la Consejería de Presidencia

Maestras de la planificación

Son ingenieras, policías, médicos o trabajadoras sociales que han desarrollado su actividad laboral en servicios de emergencias y han tenido que conciliar sobre la marcha. Han sido además pioneras en su profesión y han tenido que aprender a convivir con la perplejidad que su presencia despertaba entre sus compañeros. La Consejería de Presidencia y Fomento reunió ayer en una mesa redonda titulada 'La mujer en las emergencias' a cinco profesionales que coordinan servicios de urgencias y han llegado a ser maestras de la planificación en su casa y en su trabajo.

María Fernanda Arbáizar, jefa del Servicio de Protección Civil, que es ingeniera técnica Forestal, contaba que al ingresar en el antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) se encontró con «señores de la edad de mi padre. Cuando llegábamos a una puerta, yo me apartaba para dejar pasar a los mayores, pero ellos se esperaban a que pasara yo, y se formaba una pelotera. Por eso, aprendí a salir la primera en cuanto veía una puerta». Los bomberos y los forestales tampoco se acostumbraban a encontrársela en un incendio y alguno llegó a recibirla pidiéndole que se fuese «porque estorbaba, cuando yo era la que tenía que coordinar los trabajos de extinción».

También María del Carmen Alcaraz, médico de urgencias del 061 en Torre Pacheco, recordaba que «algunos conductores no querían ir con una mujer; entonces el médico tenía que ayudarles a subir al paciente a la ambulancia, así que yo subía la camilla todo lo que podía para que vieran que podía hacerlo». Su presencia también sorprendía a los enfermos hasta el punto de que «cuando yo les preguntaba si tenían mocos, le contestaban al conductor». Las cosas han cambiado y ahora la conocen como «Mamá doctora, porque he traído al mundo a cinco o seis niños».

Trinidad Correas, operadora del mando y control del Servicio de Emergencias 112, que ha intervenido como coordinadora en el terremoto de Lorca o las inundaciones de Puerto Lumbreras y Los Alcázares, detalló el poder que «una voz tranquilizadora de mujer tiene sobre una persona enferma, aturdida o sobrepasada». Contó que en Lorca llegó a pasar «quince días fuera, durmiendo dos o tres horas diarias», y mostró su admiración por las mujeres que forman parte de la unidad militar de la UME, «a las que vi apuntalar edificios y retirar escombros como cualquier hombre».

Piedad Párraga, inspectora y jefa de Prensa de la Policía Nacional, que es ingeniera de Telecomunicaciones, recordó que las primeras 42 mujeres se incorporaron al Cuerpo en 1979 y realizaban tareas de atención a las víctimas de la violencia de género y malos tratos, pero tardaron años asumir los mismos cometidos que los hombres. Su preocupación es conjugar la inmediatez que le reclaman los medios de comunicación con «el derecho a la intimidad de la víctima y el sigilo que exige una investigación.

María José Belmonte, coordinadora del servicio de atención a mujeres maltratadas del 112, dijo que las usuarias «están en esa hipérbole de la sociedad patriarcal y, cuando explican su historia, ves que han vivido esas situaciones desde pequeñas». Recordó que es preciso «superar la lucha interna por ser muy profesionales» y «no sufrir».

Pulsa para ver más contenido para ti