Cada día se crean ocho empresas en la Región al tiempo que cuatro de cada diez emprendedores que se deciden por abrir un negocio son mujeres. Su presencia no solo está contribuyendo a cambiar las reglas del juego, sino que aporta nuevos valores al mercado digital, a medida que el liderazgo con ´factor W´ «cotiza al alza». Esta es una de las conclusiones compartidas por las cuatro ponentes que intervinieron ayer en el foro eWoman, organizado por La Opinión, que reunió a varios cientos de espectadores en el salón de actos de Cajamar.

Marta Alejano, coordinadora de Marketing de la firma de gafas de Elche Hawkers; Encarna Ortiz, presidenta del Grupo Vigilant; Elena Villaizán, fundadora de PMP Management Factory; y Valle López-Quesada, directora comercial de Womenalia, esbozaron los valores en los que se fundamenta el liderazgo «con factor W» y dieron a conocer las claves del éxito.

El director del Instituto de Fomento, Joaquín Gómez, que abrió el acto, contó una conversación que había mantenido con su hija de diez años mientras preparaba su intervención ante las ponentes y las invitadas a eWoman con el propósito de averiguar cuál es su visión. «Papi, que somos las mejores», concluyó la niña para sorpresa del responsable del Info. Reconoció por ello que el número de mujeres que llega a los puestos de dirección «no es el que debería ser». Joaquín Gómez recordó que entre enero y agosto se han constituido en la Región 1.870 empresas, lo que supone que «cada día se abren ocho nuevas».

Por su parte, Maite Cerezo, responsable del departamento de creación de empresas del Info, apuntó que cuatro de cada diez emprendedores que se plantean abrir un negocio son mujeres.

Marta Alejano, responsable de Marketing de una empresa de Elche que ha pasado de facturar 300.000 euros a un millón, y la directora comercial de Womenalia destacaron la visibilidad que el mercado digital y las redes sociales aportan a las empresas, por modestas que sean.

Encarna Ortiz, que preside la patronal de las empresas de seguridad de la FREMM, aportó un vídeo en el que una madre bien formada y con experiencia es rechazada por haber dejado de trabajar varios años para cuidar a sus hijos. En las siguientes entrevistas, en lugar de contar que se había quedado en casa, explica que había desempeñado «un proyecto personal» en el que se requería «capacidad de gestión, ser polivalente y mucha inteligencia emocional». Y consigue el puesto.

Elena Villaizán defendió el poder de «la intuición y la resiliencia. No sobrevive el más fuerte ni el más inteligente, sino el que mejor se adapta». Su conclusión es que «los valores del liderazgo femenino cotizan al alza».

Valle López-Quesada aconsejó «partir de un papel en blanco en el que poner nuestros sueños e iniciar un plan de acción para cumplirlos».