El consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, solicitó al Capitán Marítimo de Cartagena, Óscar Villar, el estudio y aprobación de un documento de regulación de la actividad náutica y de navegación en el Mar Menor, para favorecer la recuperación de la laguna salada y la biodiversidad del ecosistema marino. En concreto, se ha consensuado que se va a trabajar conjuntamente para disponer de una normativa de navegación y seguridad marítima específicas para el Mar Menor, que amplíe la ya vigente en la Región relativas a estos aspectos como señalización de zonas limitadas a la navegación, la regulación y vigilancia de la velocidad de embarcaciones y la limitación de fondeos mediante polígonos balizados.

El objetivo es crear una nueva sensibilización a los propietarios de embarcaciones respecto a la preservación y protección ambiental del Mar Menor en aquellos aspectos que tienen influencia en el equilibro del ecosistema marino, como puede ser la velocidad de las embarcaciones, especialmente en zonas sensibles como los fondos de las Palomas, la franja litoral de Isla Grosa y del Farallón y en la denominada cubeta lagunar.

Asimismo, se va a trabajar para disponer este mismo verano se un documento de recomendaciones relativas a mantenimiento de embarcaciones, fondeos temporales, velocidad de navegación y amarres de larga estancia.

Éste ha sido uno de los aspectos abordados en la reunión con Capitanía Marítima, que requiere del trabajo conjunto entre la Administración del Estado, la Comunidad y los ayuntamientos para acabar con el problema histórico de los fondeos ilegales de embarcaciones en el Mar Menor. «Queremos crear una Guardería Ambiental para el Mar Menor, que vigile el cumplimiento de toda la normativa que aplica a la laguna salada», añade.

Capitanía Marítima ya está trabajando en este sentido, con un mayor control y la retirada de embarcaciones. Además, desde la Comunidad se impulsan distintas acciones para poder dar una solución a los propietarios de embarcaciones que no cuentan con punto de amarre en los diez puertos deportivos del Mar Menor -con una capacidad de 3.894 embarcaciones- y los polígonos de fondeo de la Demarcación de Costas del Estado.

Por último, se ha reiterado la necesidad de estrechar la colaboración en la vigilancia en el Mar Menor entre las distintas administraciones, así como un mayor seguimiento del control de inspecciones de embarcaciones de recreo para evitar que naveguen embarcaciones en malas condiciones y con posibilidad de contaminar las aguas.