Seguramente, a lo largo de tu vida, has oído hablar sobre el gluten, pero, ¿sabías que esta sustancia está presente en la mayoría de los productos que consumes a diario? El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales como el trigo, el centeno y la cebada, y es responsable de la elasticidad y consistencia de la masa. Esta proteína supone el 80% del trigo, por lo que se puede encontrar fácilmente en alimentos de repostería, en el pan o la pasta, según un estudio realizado por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE). Aunque el gluten, aparentemente, es beneficioso para el organismo y se puede consumir con total tranquilidad, hay que tener sumo cuidado si eres celíaco.

Desde hace un tiempo, ha aumentado el consumo de productos sin gluten entre personas que no sufren ninguna patología que impida su ingestión, y aunque aparentemente no implica ningún problema, es protagonista de numerosas polémicas entre los que ven con buenos ojos esta ´moda´ y los que consideran que no tiene ningún sentido.

«La celiaquía es una enfermedad muy seria. Nosotros, los que tenemos este problema, lo pasamos mal, ya que no podemos comer todo lo que queremos y tenemos que llevar mucho cuidado con lo que ingerimos. Por lo que no veo lógico ni normal que una persona sana deje de tomar esta proteína voluntariamente», asegura la vicepresidenta de la Asociación de Celíacos de Murcia (ACMU), Carmen Rabadán, que considera que con este acto se está restando importancia a una patología que limita la alimentación de una de cada 100 personas en España, según FACE.

Uno de los motivos más sonados por los que se deja de consumir productos sin gluten por elección, viene asociado a la creencia de que así se produciría una pérdida de peso. Aunque según Antonio Luis Díaz, nutricionista de Nootric, «la eliminación de esta proteína en una dieta no conllevaría una reducción de peso. Para mí, como nutricionista, es un sin sentido que una persona tolerante a esta proteína deje de consumirla voluntariamente, ya que no es el nutriente responsable del mayor aporte calórico de los derivados de cereales con gluten», además asegura que no existe ningún estudio científico que afirme que este dato sea cierto, por lo que «me resulta ilógico que se abandone un nutriente vegetal que aporta vitaminas y minerales al cuerpo».

Por su parte, Ana María Sánchez, vocal del Colegio Oficial de dietistas-Nutricionistas de La Región de Murcia (CODINMUR), añade que esta moda puede deberse a que «últimamente muchos famosos defienden la dieta sin gluten, ya que afirman que les ayuda a perder peso», pero asegura que esto se debe a que muchos de estos alimentos coinciden con productos muy calóricos «como la bollería industrial, las pizzas, las comidas rápidas, etc».

Asímismo, Sánchez coincide con Díaz en que si una persona de verdad está interesada en perder peso debería hacerlo apartando de su dieta los productos más calóricos y consumir otros más saludables como fruta, verdura o alimentos frescos y naturales, «que nos ayudará a perder peso contengan gluten o no», apunta la vocal, y aconseja que se siga consumiendo toda clase de productos a no ser que lo aconseje un médico.

Ricardo Ros es el propietario de Loyev Pont, una empresa murciana especializada únicamente en productos sin gluten desde 2003.

«Queríamos ofrecer a nuestros consumidores un producto único y saludable, así como ayudar a todas aquellas personas que no podían consumir esta proteína», comenta Ros. El empresario asegura que en su casa y en su entorno, a pesar de no sufrir esta patología, se consumen estos productos y «no notamos ningún cambio en nuestro organismo, quien diga que los productos sin gluten son perjudiciales o que produce un déficit de energia está mintiendo, el gluten no es necesario para el desarrollo de nuestro metabolismo».

La principal diferencia entre estos productos, según Ros, reside en las harinas, que se deben de someter a un proceso industrial para retirar de éstas el gluten, y por eso estos productos suelen ser más caros. «A diario recibo correos de clientes que se muestran encantados con estos productos y que aseguran que su salud no se resiente para nada, sean o no celíacos», asegura Ros.

En esto también coincide Mario Crespo, propietario de Barriga Verde, una tienda de productos ecológicos, que afirma notar el aumento de la demanda de productos sin gluten por personas que no son celíacas, y asegura que «estos alimentos han perdido la exclusividad y ahora son percibidos como alimentos normales, cosa que puede perjudicar a las personas que sufran esta patología. Esta opinión también es compartida por Rabadán que comenta «nosotros, los celíacos, no podemos elegir si consumir o no estos productos, por lo que se debería de tomar más en serio este problema».