Un empresa asesorada por el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia (CEEIM) ha desarrollado un sistema para detectar la presencia de polizones en los camiones de los transportistas murcianos que son invadidos por inmigrantes sin papeles en los pasos fronterizos con Reino Unido. Las empresas de la Región se quejan de que las mafias consiguen sortear los dispositivos de control instalados por los transportistas, lo que acaba traduciéndose en elevadas multas cuando la Policía descubre a los polizones en el interior del camión y la pérdida de la carga, porque las cadenas de supermercados rechazan los productos transportados por miedo a que se hayan contaminado. Estas mafias actúan sobre todo en los vehículos que llegan al puerto de Calais para pasar a Reino Unido.

El CEEIM anunció ayer que la firma MoviSensor ha desarrollado un dispositivo inalámbrico que permitirá a los transportistas detectar la presencia de personas en sus vehículos durante el traslado de mercancías por Europa. Con esta propuesta, la empresa soluciona un problema que le fue planteado desde el sector de logística de la Región, ante la intrusión de polizones en los camiones, con la consiguiente multa por infracción cuando son detectados por la Policía.

El sistema presentado ayer integra varios sensores que detectan golpes, movimientos y cambios lumínicos en el compartimento de carga de los vehículos. Cuando una persona procede a manipular una puerta, se envía alertas tanto al teléfono móvil del conductor como al responsable de la empresa.

Los emprendedores creadores de SensorTruck LT han patentado el producto, que en la actualidad está siendo testado en rutas europeas por varios vehículos. En breve estará disponible para su comercialización y distribución a un coste asequible.

Las empresas de la Región que cruzan habitualmente por el Canal de la Mancha están instalando sistemas de seguridad que impidan abrir las puertas del vehículo desde fuera y alarmas que detectan la presencia de ocupantes en el interior de los contenedores, pero los empresarios reconocen que el gasto realizado para blindar los frigoríficos resulta infructuoso y no les evita las multas de la Policía cuando descubre a los ocupantes. El propietario de la empresa Blaya y García de Mula, Francisco García, reconocía hace unos días a LA OPINIÓN que la única salida que les queda es contratar «un seguro de polizones» que les compense la pérdida de la carga, dado que los supermercados rechazan los productos al llegar a su destino ante el temor de que hayan sufrido algún tipo de contaminación.

A su vez, los inmigrantes que tratan de cruzar a la costa británica en los camiones murcianos se ven obligados soportar temperaturas de dos grados en el interior de los camiones durante horas, poniendo en peligro su vida. Según indicó el secretario general de la patronal del transporte FROET, Manuel Pérezcarro, los transportistas se están gastando más de 1.000 euros por vehículo para instalar alarmas y sistemas de seguridad que impidan la apertura de las puertas de los camiones desde fuera y garantice la seguridad cuando los conductores tienen que ausentarse. Sin embargo, Pérezcarro señaló que estas precauciones están resultando infructuosas, dado que las mafias consiguen burlar los dispositivos instalados para introducir en su interior a inmigrantes sin papeles que pagan por cruzar a Inglaterra.