«El buque escuela 'Guayas' representa un símbolo de nuestro país. Es un orgullo poder verlo». Manuel es uno de los 45.000 ciudadanos ecuatorianos residentes en la Región de Murcia, según datos del consulado, y uno de los cerca de 2.000 compatriotas que durante esta semana han visitado la embarcación de la Armada de Ecuador en el muelle de la Curra, en Cartagena.

Hoy es el día grande del 'Guayas', ya que durante toda la jornada continúan las visitas guiadas, de 10.00 a 18.00 horas. Además, está prevista una procesión a las 17.30 horas, desde la dársena del puerto a la iglesia de Santo Domingo, y un espectáculo de danza, a las 20.00 horas, en el centro cultural Ramón Alonso Luzzy.

El buque lleva a bordo una tripulación de 146 personas, de las que 46 son estudiantes. «Pertenecer a este barco me hace sentirme una embajadora de mi país», confesó la guardiamarina Gabriela Morán, de blanco impoluto, mientras controlaba el tráfico de gente en la cubierta. «Hasta seis compañeros hacen de guías por el barco», añadió.

Mientras el comandante del 'Guayas', Carlos Zumárraga, terminaba de almorzar, en la proa se distribuían panfletos informativos y el público hacía cola para fotografiarse con una bandera de Ecuador.

Los visitantes también pudieron adquirir productos típicos del país latinoamericano en el barco, como camisetas y artículos de alimentación. «Vienen muchos familiares y amigos de algún miembro de la tripulación», aseguró Bairon, un teniente que ayer no paró de recorrer los más de 78 metros de eslora del barco.

«Nuestra estancia aquí permite que todos nuestros compatriotas puedan sentir un trozo de Ecuador en el buque», explicó Zumárraga, quien lleva un año como comandante del 'Guayas'. Dijo estar «muy contento» de su visita de ayer al alcalde de Cartagena, José López, en el Palacio Consistorial. López, la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, y los ediles Maria José Soler, David Martínez y Obdulia Gómez, visitaron el barco por la noche.

A la procesión de hoy asistirá toda la tripulación del buque escuela, ya que Ecuador «es un país profundamente católico», señaló el comandante del barco, Carlos Zumárrraga.