Aunque lleva casi 42 años en la Guardia Civil, Vicente Pérez apenas lleva uno al frente, a nivel nacional, del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona). Se muestra satisfecho con la actuación de los agentes y considera que «son suficientes» los recursos con los que cuentan. Destaca que cada vez reciben más denuncias de particulares por delitos medioambientales.

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­Vicente Pérez Pérez participa hoy en las 2ª Jornadas sobre responsabilidades por daños medioambientales organizadas por el Colegio de Abogados de Murcia. Este general malagueño destaca que el Seprona cuenta con 1.850 agentes a nivel nacional, el mayor cuerpo de toda Europa.

¿Contento con sus efectivos?

Los recursos siempre son escasos pero tenemos la mayor plantilla de toda Europa de agentes dedicados a la protección de la naturaleza; así que somos suficientes, cada vez nos implicamos más en nuestro trabajo y me siento satisfecho con los resultados.

Pero en la Ley de Montes les dejan solos en la investigacion de los delitos, al perder los agentes medioambientales autonómicos competencias en esa materia, según denuncian ellos.

Nosotros no nos pronunciamos sobre las leyes; sólo las cumplimos y las hacemos cumplir. Pero en este caso le puedo decir que el cambio sólo afecta al 2% de los actos delictivos penales en medio ambiente y que suponen una investigación criminal. En el resto, que es el 98%, al ser sólo delitos administrativos no hay cambios en la actuación. Nosotros no dudamos de la capacidad de los agentes medioambientales pero la investigación criminal debe estar sólo en manos de la Guardia Civil, cuya doctrina de actuación es única. En esto hay una serie de intereses que no valoro.

¿Han aumentado las denuncias por parte de la sociedad?

Los ciudadanos están cada vez más concienciados y en nuestra página web cada vez nos entran más denuncias, no siempre anónimas. El año pasado recibimos más de mil, muchas de las cuales motivaron investigaciones.

¿Cuáles son los delitos más comunes en esta materia?

Encabezan el ranking, en proporción con el número de detenidos, los incendios forestales, seguidos del maltrato o abandono de animales, la caza, los delitos urbanísticos, y las actuaciones contra la flora y la fauna.

¿Por qué tan pocas o ninguna contra la contaminación del aire?

La Fiscalía de Medio Ambiente tiene cada vez más entre sus preocupaciones la contaminación atmosférica y acústica, pero su investigación es muy complicada y además falta jurisprudencia que pueda sostener una sentencia.