En la pedanía de Alquerías se encuentra el taller donde Rubén y Javier tienen los drones con los que trabajan. Estos murcianos llevan dos años y medio aprendiendo, por su cuenta, todo lo que saben acerca de esta tecnología y ellos mismos se encargan de la parte técnica y del montaje audiovisual dentro de su empresa de fotografía aérea. Sobre todo se dedican a la toma de fotografías y vídeos desde planos imposibles para el fotógrafo profesional.

¿Por qué decidísteis crear este tipo de empresa?

Nosotros empezamos hace algo más de un año, cuando mi hermano y yo nos quedamos en paro. Él se dedicaba al aeromodelismo y yo trabajaba como cámara para la televisión, así que decidimos aunar nuestros conocimientos para crear una empresa de imagen aérea mediante drones. Empezamos en un tiempo en el que estos aparatos no tenían el auge de ahora.

¿Fue difícil arrancar?

Comenzamos de manera autodidacta. Compramos un dron pequeño para aprender con él, y poco a poco hemos ido adquiriendo más, modificándolos y creando nuevos diseños, hasta llegar a los 6 que tenemos. Los adaptamos a nuestras necesidades, no nos interesa que corran más, sino que aguanten más peso y más tiempo en el aire. Pero no todos los drones que tenemos son aptos para la grabación, porque, por ejemplo, tenemos uno pequeño, de unos 8 centímetros, para llevarlo a las ferias y darnos a conocer.

¿Cómo os compenetráis?

Yo me encargo de la parte audiovisual, lo relacionado con la producción y la posproducción de las imágenes y vídeo, y mi hermano lleva el tema del pilotaje, reparación tecnológica, programación, y demás cosas técnicas.

¿Y os va bien?

No nos da para vivir porque aún no es muy conocido, y además aún no está cerrada la legislación sobre este sector. Nosotros también tenemos otro trabajo, porque este es muy irregular. Lo mismo en un mes nos salen 3 bodas, y al mes siguiente ninguna. Es impredecible.

¿Hay más empresas como la vuestra en Murcia?

Que yo sepa, hay como poco dos empresas que trabajan regularmente en este sector. Y luego hay ´piratillas´ que lo hacen sin seguros y sin licencias.

¿Qué tipo de licencia o permiso se necesita para poder pilotar estos helicópteros en miniatura?

Pues aún no está del todo claro. El Gobierno, cuando se dio cuenta del auge de esto, decidió prohibir su uso total. Pero en octubre salió una ley que solamente restringía su uso en determinadas zonas, como núcleos urbanos. Y sacó unos cursos con dos variantes, dependiendo del dron que quieras pilotar, pero no todos los cursos que se ofertan por aquí tienen validez. Por lo tanto, aún no lo tenemos, pero es algo que es imprescindible y que pronto lo sacaremos.

¿Qué se necesita para montar una empresa como OVNICAM?

Valor, para afrontar la incertidumbre de este negocio; estar un poco loco para hacer la gran inversión económica que supone; tener mucho conocimiento sobre el tema y ganas de seguir aprendiendo.

PROS

  • Baratos. Llevan batería y consumen muy poco frente a los mismos trabajos que debe hacer un helicóptero.
  • Seguros. Pueden hacer tareas arriesgadas porque no viaja ningún piloto. Polivalencia
  • Tienen infinidad de usos: foto, vídeo, seguridad, vigilancia, rescate, planimetría, inspecciones técnicas, control de plagas, extinción de incendios...
  • Acceso ilimitado. Puedes acceder a lugares donde físicamente es imposible o muy difícil llegar.
  • Programables. Pueden realizar tareas sin que esté presente el factor humano.
  • Precisión. Captan al detalle información útil

CONTRAS

  • Pérdida de intimidad Su ventaja es también un inconveniente, se cuelan en cualquier sitio y captan imágenes sin consentimiento.
  • Autonomía El mayor problema que presentan es la baja autonomía que tienen las baterías. Los drones vuelan entre 20 minutos y una hora.
  • Legislación La actual legislación es muy restrictiva. Se está trabajando para la elaboración de unas leyes más específicas.
  • Factores meteorológicos Sus enemigos naturales son el viento y la lluvia.
  • Ley de Murphy Como todo lo electrónico, suelen ser propensos a fallar, y, parafraseando, si algo puede romperse, se romperá.