El guardia civil destinado en Archena que ha sido condenado a cuatro meses de prisión por gritar a su superior en su anterior destino: «Maricón, eres un cobarde, lo que tengas que decirme me lo dices a la cara», ingresó ayer en la prisión de Alcalá Meco para cumplir la pena impuesta según el código disciplinario militar. Pero no lo hizo solo, un numeroso grupo de guardias civiles miembros de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) hizo el camino hasta la puerta junto a él.

AUGC, que lleva años reclamando que la benemérita deje de estar regida por el código militar, considera que la condena a este agente no puede considerarse propia de un Estado de Derecho y recuerda que la acción que ha motivado la denuncia hubiera sido una simple falta en la justicia ordinaria.