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Sanidad

Las clínicas murcianas dejarán de atender los abortos de Castilla-La Mancha por impago

El Servicio de Salud manchego debe un millón de euros a los siete centros que hacen interrupciones del embarazo

Las clínicas murcianas Instituto Ginecológico de Murcia y Ginemur se encuentran entre las siete que han roto su relación con el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha por los continuos impagos que están soportando. Esta situación ha llevado a los centros que se encargan de realizar los abortos a dejar de hacerlos y dar por finalizado el convenio que firmaron el pasado año con la entrada en vigor de la nueva Ley de Salud sexual, derechos reproductivos y de interrupción voluntaria del embarazo, ya que la deuda supera el millón de euros, según indican.

Además de los dos centros de la Región que prestan este servicio a la Comunidad vecina, entre los afectados están las clínicas Dator, El Bosque, Cire, Deia Médica e Iris.

El director del Instituto Ginecológico de Murcia, Francisco Calero, explicó ayer a esta redacción que «el impago comenzó en noviembre de 2010 y se ha ido acumulando hasta la actualidad, cuando hemos decidido plantarnos».

El Servicio de Salud manchego tiene convenios con clínicas de otras autonomías porque hay pacientes a quienes les viene mejor desplazarse fuera, al haber menor distancia que si se tienen que mover dentro de su territorio. En este caso, dijo que los centros de Castilla-La Mancha se encargan principalmente de los abortos de bajo riesgo, «mientras que nosotros hacemos los del segundo trimestre».

Aunque LA OPINIÓN no ha podido contactar con el responsable de Ginemur para conocer el nivel de trabajo que soportan los dos centros murcianos, Calero informó de que a su clínica llegan todos los meses dos o tres mujeres procedentes de Castilla-La Mancha, lo que ha hecho que la factura pendiente de cobro supere ya los 20.000 euros.

Luisa Torres, representante de los centros manchegos, señaló que ante la ausencia de respuesta por los responsables sanitarios en sus reclamaciones, las clínicas (localizadas en Murcia, Madrid, Comunidad Valenciana y Albacete) denunciaron primero el convenio y ahora han anunciado la ruptura del mismo. Desde que se firmó el texto las siete clínicas han practicado unas 3.000 operaciones, todas ellas de bajo riesgo, y han anunciado que seguirán atendiendo a las mujeres que tengan una situación socio-sanitaria o económica especial.

El Instituto Ginecológico de Murcia trabaja también con otras administraciones, como es el propio Servicio Murciano de Salud (SMS), aunque Calero afirmó que «en los pagos funciona mejor que Castilla-La Mancha, ya que suelen pagar a dos meses vencidos».

El SMS tiene concertada la realización de abortos con cinco clínicas (el Instituto Ginecológico de Murcia, dos de Ginemur y dos de Delta Médica), ya que por ley una mujer puede abortar hasta las 22 semanas de gestación bajo indicación médica (por un problema de salud de la madre o malformación del feto). A partir de ese periodo debe ser el comité ético que hay en la Arrixaca el que decida si se debe realizar la interrupción del embarazo por ser un caso incompatible con la vida. Sólo el Instituto Ginecológico atiende cada mes a 60 mujeres que quieren abortar.

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