El accidente que ayer sufrió un avión militar de la Academia General del Aire obligó a desviar al aeropuerto de Alicante tres vuelos que debían aterrizar en la terminal de San Javier durante la mañana. El aparato estaba ocupado en ese momento por un alumno y por un instructor de vuelo, que consiguieron saltar tras perder el control a consecuencia de un pinchazo registrado en el momento del aterrizaje. Fuentes de la delegación del Gobierno en Murcia aseguraron que ninguno de los ocupantes resultó herido. Según explicó el director del aeródrono de San Javier, Pablo Lázaro, dos de los aviones que fueron desviados al aeropuerto alicantino de El Altet, procedentes de Reino Unido, pudieron dirigirse después a San Javier, donde desembarcaron los pasajeros. Los ocupantes del vuelo de Madrid que debía llegar hacia las 10.30 fueron trasladados en taxi.

El aeródromo de San Javier abrió al tráfico civil por las mañanas a finales del pasado mes de marzo, tras la inauguración de la segunda pista, que permite compatibilizar las prácticas de la Academia General del Aire con el tráfico comercial. Hasta entonces, los vuelos civiles sólo podían aterrizar o despegar por la tarde, cuando acababan los ejercicios de los alumnos, y durante los periodos de vacaciones, en Navidad, Semana Santa y verano.

A pesar de que los aviones militares y los civiles utilizan distintas pistas, los tres aviones que debían aterrizar en el aeródromo fueron desviados a Alicante.

Los pasajeros de un vuelo de Air Nostrum procedente de Madrid aterrizaron en El Altet y fueron trasladados después a San Javier en los taxis que puso la compañía.

Los otros dos aviones desviados al aeropuerto de Alicante procedían de las ciudades británicas de Leeds y de Mánchester. Ambos continuaron el viaje a San Javier, donde pudieron desembarcar los pasajeros. El director del aeropuerto de San Javier aseguró que estos viajeros consiguieron terminar su viaje con un retraso de entre 30 y 45 minutos.

El accidente que obligó a cerrar la terminal se produjo hacia las 10.30 horas, al tomar tierra un avión militar ocupado por un alférez y el oficial instructor de vuelo. Por causas desconocidas, una de las ruedas del tren de aterrizaje se pinchó , haciendo que los tripulantes perdieran el control del aparato. Tanto el alumno, que cursa el tercer curso, como el instructor consiguieron saltar, utilizando el sistema de deyección, que les

permite lanzarse desde su asiento, según informó la delegación del Gobierno en un comunicado.

Indicaron igualmente ninguno de los tripulantes resultó herido, aunque fueron trasladados al hospital de la Academia General del Aire para ser sometidos a una revisión médica.

Tampoco el avión llegó a sufrir ningún daño, ya que pudo ser controlado y recuperado sin consecuencias. Inmediatamente después del accidente, acudieron los bomberos y los servicios de emergencia a atender a los ocupantes del aparato.