"Separarse es tan importante como casarse"

La ponencia con la que ayer se abrían las jornadas sobre custodia compartida del Colegio Oficial de Psicólogos de Murcia llevaba por título ´La ruptura: implicaciones psicológicas para los adultos» y se centraba en una idea común: «Separarse es tan importante como casarse», según afirma Encarna Fernández Ros, profesora de la Facultad de Psicología de la UMU. Ros opina que, al igual que nos preparamos y concienciamos para vivir en pareja, casarnos y tener hijos, también debemos ´prepararnos´ para afrontar una separación ya que, en la medida que ese proceso se haga «de la forma más madura posible», las implicaciones psicológicas para los padres y los hijos serán menores. Y es que, según recordó Ros, citando a Folberg, «el divorcio no pone fin a la familia, lo que hace es reorganizarla, puesto que los padres lo son para toda la vida». Teniendo en cuenta esta premisa, que la separación de los progenitores no debe alterar su vínculo de padres con los hijos, Ros apuesta claramente por la custodia compartida como «estado siguiente y necesario ante la ruptura de la pareja», ya que con ello se evita crear padres o madres de primera o segunda categoría. «Se otorga así a los padres el mismo estado de igualdad en relación a la educación de sus hijos», lo que comporta una igualdad, a su vez, en derechos y responsabilidades.

Otra de las ponentes, Carmen Godoy, profesora de Psicología de la UMU y presidenta de la Comisión Deontológica del COP de Murcia, destacó la necesidad de que sean los padres los responsables de valorar cuál es la mejor opción para los hijos a la hora de decidir con quién deben quedarse en caso de separación, y no tener en cuenta lo que digan los menores, «porque en ocasiones expresan lo contrario de lo que necesitan. Dicen ´no te quiero´ al padre o la madre, cuando lo que quieren decir en realidad es ´te odio´ porque te necesito».