La Asamblea Regional aprobó ayer por unanimidad a través de la Diputación Permanente, órgano que asume las funciones cuando la institución no está reunida, un manifiesto político de apoyo al decálogo presentado por el Comité de Crisis de la Cuenca del Segura, cosa que no sucedía desde el año 1995.

Según se recoge en el preámbulo de este manifiesto, los puntos que contiene dicho decálogo deben servir como base para un futuro Pacto de Estado del Agua.

El documento fue elevado a la Diputación Permanente por Juan Carlos Ruiz, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Pedro Saura, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, y José Antonio Pujante, diputado de Izquierda Unida+Los Verdes y portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, y fue aprobado por unanimidad en presencia de los miembros del Comité de Crisis de la Cuenca del Segura.

El primer artículo del decálogo establece que "el agua es un bien de dominio público de titularidad estatal, que no conoce de fronteras, territorios ni limitaciones político-administrativas. Su gestión integral debe abordarse a partir de las cuencas naturales, ordenando los recursos y demandas existentes y teniendo como fin superior atender al conjunto de necesidades y usos para satisfacer el interés general".

El último punto del decálogo recoge las medidas que, junto a las de ahorro y eficiencia en el uso del agua, se han de adoptar para solucionar el déficit hídrico estructural de la cuenca del Segura, como son el mantenimiento y consolidación del trasvase Tajo-Segura, la interconexión de cuencas y el fomento de la desalación.

En sus respectivas intervenciones, los portavoces de los distintos grupos parlamentarios coincidieron en la necesidad de suscribir cuanto antes un Pacto Nacional del Agua, y han elogiado la iniciativa y el contenido de este decálogo.

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Pedro Saura, calificó este documento como un "Pacto Regional del Agua". Un texto que, a juicio de Juan Carlos Ruiz, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, no debe ser un documento más en los anales de la historia de la Asamblea o del propio Comité de Crisis, sino que debe aportar soluciones reales a las necesidades hídricas de la Región, para afianzar su futuro y permitir su desarrollo.