Lo explicó hoy a Efe el presidente de los regantes, Manuel Soler, que finalmente propuso a los asistentes a la asamblea, celebrada ayer, la conveniencia de posponer su decisión hasta conocer los datos que apunte el informe del organismo de cuenca.

Soler indicó que cuando fue convocada la asamblea pensaba que el estudio ya habría concluido pero resaltó que la semana pasada el presidente de la CHS, José Salvador Fuentes Zorita, le confirmó que los técnicos comenzaron a trabajar en el informe hace un mes y que aún le restaban varios más para obtener resultados concluyentes.

Apuntó que "no me parecía lógico tomar una posición sobre el caso sin conocer los datos del estudio actual, porque el que tenemos ahora fue elaborado hace diez años y no sabemos si en este tiempo pueden haber variado las circunstancias".

Soler expuso que los regantes se mostraron de acuerdo en posponer su decisión y el presidente de los comuneros apostilló que el nuevo informe "aportará seguro nueva información y nuevos datos" y recordó que ha solicitado a la CHS que en ese estudio se tengan en cuenta no solo variables hidrogeológicas en relación con la explotación del acuífero, sino también variables económicas.

En este sentido recordó que 500 hectáreas de regadío tradicional de la Comunidad de Regantes situadas en las riberas del Luchena se abastecen del agua que fluye por el río en superficie y que podrían verse afectadas si el manantial se seca por la apertura de pozos de sequía.

Según Soler desde ahora hasta que se conozcan los resultados del estudio de la CHS "lo mejor sería dejar de hablar del Luchena, puesto que estamos hablando de más y lo más razonable es dejar el asunto quieto y buscar agua de otras zonas".