Lágrimas, frustración y dolor, mucho dolor, fue lo que se vivió ayer ante la noticia de la suspensión de la Magna Procesión del Prendimiento, la más grande y multitudinaria que celebra la Cofradía California, en Miércoles Santo. Un total de 15 tronos, con figuras tan características de la Semana Santa de Cartagena como el Cristo del Prendimiento, titular de la procesión, y la Virgen del Primer Dolor, madre de los californios, tuvieron que quedarse resguardadas en Santa María de Gracia ante el riesgo de lluvias.
Los pronósticos no eran buenos. Durante la mañana, la cofradía celebró un cabildo extraordinario en el que se decidió aguardar hasta la tarde para tomar una decisión. Los chubascos comenzaron a caer en la ciudad portuaria durante la tarde y, ante el riesgo de que también lloviera durante la noche y la madrugada, el cabildo permanente, presidido por el Hermano Mayor de la cofradía, Juan Carlos de la Cerra, decidió suspender definitivamente la procesión.
En la reunión se barajó la posibilidad de procesionar en la mañana de este Jueves Santo, pero finalmente se desechó la idea «por respeto al desfile del Silencio» de esta noche.
Finalmente se decidió celebrar un acto de puertas abiertas en la Iglesia de Santa María de Gracia, para que cartageneros y turistas pudieran visitar, al menos, los tronos y figuras. La crispación por la noticia se podía palpar en el ambiente. Tan solo unos minutos después de la anunciada suspensión de la procesión, uno de los miembros de la agrupación de San Juan mostró su enfado porque el trono de su grupo «era el único que estaba iluminado en toda la iglesia», algo que, según él, «se hizo sin ninguna autorización» y era «una falta de respeto hacia el apóstol». Poco a poco el ambiente se fue calmando y los tronos comenzaron a encender sus luces. El goteo de cartageneros y turistas desde las siete de la tarde para acudir a ver los pasos fue intenso, aunque se tuvieron que conformar con una mera foto o un vídeo de las figuras.
La decisión de suspender la procesión generó todo tipo de sentimientos y opiniones. El vicepresidente de la Agrupación del Cristo del Prendimiento, Juan Antonio García, consideró que se tomó la decisión acertada «ya que el riesgo de lluvia continuada era muy alto» y se necesitaban «al menos seis horas para sacar y guardar los pasos y los pronósticos no eran buenos». A lo que añadió que «no podíamos arriesgarnos a poner en peligro nuestro valioso patrimonio».
Sergio, que sus 20 años siente la Semana Santa de Cartagena como nadie, se encontraba sentado junto a un pilar de la iglesia, llorando desolado. «Llevo llorando toda la mañana porque sabía lo que se venía. Respeto la decisión de proteger el patrimonio pero creo que se ha tomado el camino más fácil, suspender el desfile. Se podría haber buscado una alternativa», declaró el joven. «Este año era el primero que iba a procesionar como nazareno junto a la Virgen, a la que soy muy devoto, por lo que la noticia me ha destrozado. Verla ahí parada en un rincón no es lo mismo», aseguró.
A las 22.30 de la noche los cofrades llevaron al Cristo del Prendimiento y la Virgen del Primer Dolor hasta la entrada del templo, donde se les cantó una emotiva y en parte dolorosa salve. Miles de fieles arroparon a las figuras entre vítores y lágrimas. Los portapasos sufrieron para devolver a la madre california, pero tras varios intentos lo lograron, provocando un sonoro aplauso y dando por concluido un triste Miércoles Santo.
Al acto acudieron la alcaldesa, Noelia Arroyo, y el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, junto a cientos de fieles, concluyendo así un triste Miércoles Santo, en el que al menos no faltó la devoción ante las imágenes de los cartageneros.
En la tarde de ayer también se tuvo que suspender el Lavatorio de Poncio Pilatos poco después de que comenzara la representación.
